Las principales vialidades de la Ciudad de México tuvieron ayer un respiro de las congestiones vehiculares y los bloqueos habituales, ya que tras los festejos de la Nochebuena, avenidas como Insurgentes Sur, Cuauhtémoc, Circuito Interior, Paseo de la Reforma y calzada de Tlalpan no registraron movilizaciones, a diferencia de las 10 que ocurren diariamente.

Ayer por la mañana, en Eje 6 Sur y Plutarco Elías Calles, donde normalmente el sonido de los claxones es constante por el lento avance vehicular, el ambiente cambió por el ruido de los semáforos y la escasa circulación de autos y motocicletas, la mayoría de repartidores, mientras la calzada de Tlalpan también se mostró despejada.

Dicho escenario contrastó con la visita de cientos de personas al Zócalo, que lució atiborrado de grupos de amigos, parejas y familias.

Vendedores ambulantes aprovecharon para colocarse en la plancha, incluso en el túnel de luces, con carros de elotes, hot dogs, juguetes de peluche y bolsas. Asimismo, en la romería de artesanos se instalaron carritos que expendían aguas locas, vendedoras de tlayudas y globeros, entre muchos otros comerciantes sin que ninguna autoridad los retirara.

Procedente de la alcaldía Álvaro Obregón, David Zúñiga relató que por la mañana visitó la Basílica de Guadalupe y decidió, junto con su esposa y dos hijos, trasladarse al Zócalo para disfrutar el encendido de luces del túnel, adornos con motivo de Navidad y Año Nuevo y convivir en familia.

De Toluca, estado de México, Guadalupe Vera acudió con su esposo con el fin de caminar y disfrutar de la romería.

En vialidades como Circunvalación, a la altura del mercado de La Merced, tras las ventas de última hora la víspera, se acumularon montañas de desechos sólidos, entre cartones y plásticos, por lo que las personas que transitaban a pie debían sortearlas.

Pese a tratarse de un día de asueto, algunos negocios como heladerías, farmacias y panaderías en la colonia Nativitas mantuvieron sus puertas abiertas. En estos establecimientos, poco después del mediodía, personas continuaban comprando barras de pan para acompañar los platillos del recalentado.

Asimismo, algunos puestos de tacos, tanto de cabeza como de pastor, trabajaron como cualquier otro día.