Milei aplaude la presión de Washington contra Caracas durante la cumbre del Mercosur
Domingo 21 de diciembre de 2025, p. 17
Foz Do Iguazú., El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, advirtió ayer que “una intervención armada en Venezuela sería una catástrofe humanitaria para el hemisferio y un precedente peligroso para el mundo”, durante la cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur) que se realiza en Foz do Iguazú, Brasil.
“Pasadas más de cuatro décadas desde la guerra de las Malvinas, el continente sudamericano vuelve a verse asombrado por la presencia militar de una potencia extrarregional. Los límites del derecho internacional están siendo puestos a prueba”, señaló Lula al referirse a las operaciones estadunidenses en el Caribe y contra Venezuela.
El mandatario intentó persuadir al presidente estadunidense, Donald Trump, de que la negociación es una vía más eficaz y menos costosa que la confrontación militar, en una conversación telefónica que reveló recientemente.
En contraparte, el ultraliberal Javier Milei, presidente de Argentina, saludó “la presión” de Washington para “liberar al pueblo venezolano”. Afirmó que “el tiempo de tener un acercamiento tímido en esta materia se ha agotado. Instamos a los demás a condenar este experimento autoritario”, planteó en relación con el tema de las elecciones en el país caribeño.
“Venezuela, suspendida del Mercosur por violar el protocolo de Ushuaia, continúa padeciendo una crisis política, humanitaria y social devastadora”, argumentó.
El acuerdo de Ushuaia compromete a los miembros del Mercosur en la defensa de la democracia y los derechos humanos como pilares de la integración; si un Estado rompe el orden democrático, puede ser suspendido del bloque con sanciones, incluyendo la suspensión de derechos y obligaciones, hasta que se restablezca la democracia.
“La dictadura atroz e inhumana del narcoterrorista Nicolás Maduro extiende una sombra oscura sobre nuestra región. Este peligro no puede seguir existiendo en el continente, o nos terminará arrastrando a todos consigo”, añadió Milei.
Los líderes del Mercosur, con excepción de Brasil, firmaron un documento en el que ratificaron su “firme decisión de alcanzar, por medios pacíficos, el pleno restablecimiento del orden democrático y del respeto irrestricto a los derechos humanos en Venezuela”.
Exhortaron a Caracas “a cumplir con los estándares internacionales en la materia, a liberar de inmediato y garantizar el debido proceso legal, así como la integridad física, de todos los ciudadanos privados arbitrariamente de su libertad”.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, calificó de “acto arbitrario, fraudulento, unilateral y políticamente motivado” la designación del gobierno bolivariano como una “organización terrorista extranjera” por parte de la Casa Blanca.
Denunció que dicha designación demuestra “la manipulación del terrorismo como arma política” que hace Washington “mientras debilita los esfuerzos internacionales contra ese flagelo”, y cuestionó la autoridad moral de Estados Unidos para realizar estas designaciones “cuando protege y financia organizaciones terroristas en su territorio, se niega a colaborar con países vecinos como Cuba en materia de terrorismo y habla abiertamente de acciones encubiertas y sabotajes de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) contra infraestructuras venezolanas”.
Rodríguez aseguró que el objetivo de la Casa Blanca es “aislar internacionalmente” a Venezuela, “aumentar la presión y escalar una agresión con impredecibles consecuencias para la paz y la estabilidad” de la región.












