Opinión
Ver día anteriorSábado 20 de diciembre de 2025Ediciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Apuntes postsoviéticos

Pragmatismo

C

on fama de habilidoso, el presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, gobernante de la más pequeña de las repúblicas eslavas de la antigua Unión Soviética que lleva 31 años en el poder, dio estos días una lección de pragmatismo al tomar decisiones que lo hicieron quedar bien tanto con el inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, como con el titular del Kremlin, Vladimir Putin, y sacar beneficios de ambos.

Con el primero, a cambio de levantar las sanciones contra uno de los principales productos de exportación bielorrusos, la potasa o hidróxido de potasio sólido, componente clave de sus fertilizantes, que llegaron a tener 17 por ciento del mercado mundial, liberó a 123 presos políticos cuyo único delito fue participar en protestas pacíficas contra lo que más de 350 mil ciudadanos, en la manifestación más numerosa que se recuerde en Minsk, consideraron un flagrante fraude electoral que en 2020 permitió a Lukashenko iniciar su enésimo periodo presidencial; lleva siete consecutivos.

Desde que Trump tomó posesión para un segundo mandato, Lukashenko dejó en libertad a 350 opositores a iniciativa del estadunidense. Entre los liberados hay figuras relevantes de la oposición como Maria Kolesnikova, Serguei Tijanovsky, Viktor Babariko o Ales Bialiatski, pero aún permanecen entre rejas cerca de mil 100 personas condenadas por motivos políticos.

Lukashenko supo captar que poner en libertad a sus adversarios, después de mantenerlos recluidos durante años en condiciones indescriptibles, permitía a Trump sumar votos para cumplir su sueño de obtener el Nóbel de la Paz y ello se tradujo en una mejoría de la relación bilateral con Estados Unidos, a pesar de erigirse como aliado de Putin y brindarle todo el apoyo logístico que necesita el ejército ruso para llevar a cabo su “operación militar especial” en Ucrania.

Y con Putin, tras prometer a Trump que ese novedoso armamento no se usaría contra Ucrania, Lukashenko acordó que Rusia despliegue en su territorio sistemas de misiles hipersónicos de alcance medio Oreshnik (Avellano), que pueden portar ojivas nucleares y alcanzar capitales europeas en cuestión de minutos. Los primeros componentes del Oreshnik ya están en Bielorrusia listos para instalarse, mientras la Unión Europea prepara más sanciones contra ese aliado de Rusia.