Los derechos de las mujeres migrantes deben ser plenamente reconocidos y protegidos para que puedan desplazarse libres de violencia, discriminación y estigmas, afirmó ONU Mujeres en el contexto del Día Internacional de las Personas Migrantes.

El organismo reconoció sus contribuciones en contextos de movilidad, ya que “realizan cuidados, fortalecen la cohesión social y aportan a las economías y saberes de las comunidades donde se integran”. También se pronunció por “una movilidad humana con igualdad, dignidad y justicia”.

ONU Mujeres detalló que una de cada tres personas que laboran en el sector de cuidados a escala global es una mujer migrante; también que constituyen entre 60 y 87 por ciento de las víctimas de trata.

Casi la mitad de los 304 millones de migrantes en el mundo son mujeres, y representan 38.7 por ciento de la fuerza laboral; la mayoría trabajan en puestos domésticos y sostienen la economía de los cuidados.

En 2024 se estimó que 146 millones se encontraban en situación de movilidad.

“Ya sea desplazándose, apoyando a seres queridos desde lejos o adaptándose a los cambios que la migración genera en sus hogares, las mujeres desempeñan un papel vital y a menudo invisible. Sus ingresos sostienen a las familias y el trabajo de cuidados respalda a comunidades enteras”, subrayó el organismo.

Remarcó que “lamentablemente para demasiadas mujeres y niñas migrantes el camino está marcado por el riesgo, no por la oportunidad”, pues prevalecen condiciones laborales inseguras, discriminación, violencia y falta de protección legal.

Las mujeres migrantes se emplean en trabajos poco remunerados e informales en la agricultura, hotelería y el trabajo doméstico y de cuidados, sectores donde existe explotación laboral con largas jornadas, retención de salarios, coerción y violencia.

El organismo remarcó que el acceso limitado a la justicia, las barreras lingüísticas y el miedo a la deportación suelen impedir que busquen ayuda.