Buenos Aires., La principal central de trabajadores de Argentina lideró ayer una multitudinaria manifestación contra un proyecto oficial de reforma laboral que busca modificar la jornada de trabajo, el pago de indemnizaciones y el derecho a huelga.

El oficialismo pretendía debatir el asunto el 26 de este mes en el Congreso, pero ante la incertidumbre sobre el resultado de la votación se vio obligado a postergar las discusiones hasta el 10 de febrero, mientras continuaba negociando.

En la marcha, que concluyó en la Plaza de Mayo, participaron gremios del transporte, la construcción, metalúrgica, comercio, trabajadores estatales y de otras ramas. Referentes del peronismo opositor, como el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y organizaciones de izquierda, históricamente enfrentadas a la CGT por el control de los sindicatos, también se sumaron a la convocatoria.

“Es un proyecto (de reforma laboral) regresivo, con quitas de derechos individuales y colectivos”, dijo Cristian Jerónimo, líder de la Confederación General del Trabajo (CGT). “Está redactado por abogados de las grandes empresas”, añadió.

“Tenemos que ganar las calles y pelear por la dignidad... Les decimos a los senadores: ‘ojo con lo que hacen, porque el pueblo y la patria se los va a demandar’”, señaló Octavio Argüello, del sindicato de camioneros, también líder de la CGT.

“Los apoyos los tenemos”, aseguró Patricia Bullrich, quien encabeza la bancada del partido gobernante La Libertad Avanza. “Hemos recibido una cantidad impresionante de propuestas... es una ley que tiene más de 190 artículos. Los mismos senadores quieren tener la capacidad de aportar más ideas sobre la ley. Todos nos pidieron trabajarla con un poco más de tiempo. Me parece que el 10 de febrero es una buena fecha para tratarlo”, justificó.

Exigencia del FMI

Empoderado por su triunfo en las elecciones de medio término de octubre, que le permitió sumar más legisladores en ambas cámaras del Congreso, Milei propone un nuevo régimen laboral que entre sus puntos principales redefine la base de cálculo indemnizatorio que excluye vacaciones, aguinaldos y premios, entre otras medidas.

La reforma laboral es una de las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el marco del programa de ayuda financiera para Argentina, y tiene el apoyo de las principales cámaras empresariales, que desde hace tiempo reclaman bajar los costos laborales.