Hasta noviembre suman 43.6 millones de toneladas
Jueves 18 de diciembre de 2025, p. 12
Entre enero y noviembre de 2025, México registró importaciones por 43 millones 600 mil toneladas métricas de granos y oleaginosas, un nivel sin precedente desde que existen registros, revelan datos oficiales recopilados por el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
Dicha cifra, revela un reporte del organismo privado, es 2 por ciento superior a los 42 millones 700 mil toneladas reportadas en el mismo periodo del año pasado. Este volumen consolida a México como el segundo importador mundial de granos y oleaginosa, sólo por debajo de China.
No obstante, el valor total de las importaciones disminuyó 4.9 por ciento, reflejo de un entorno de menores precios internacionales, particularmente en maíz, frijol y trigo.
El principal producto importado por México fue el maíz, con 22 millones.400 mil toneladas en los primeros 11 meses del año, un récord que además es 2.2 por ciento superior a los 21 millones 900 toneladas del mismo lapso de 2024.
En este rubro, México se posiciona como el importador número uno a nivel global de maíz amarillo y blanco, condición que subraya la relevancia estructural de este grano en la dieta y en la producción pecuaria nacional.
Destaca el incremento de 310.7 por ciento en las importaciones de maíz blanco, que pasaron de 216 mil toneladas en 2024 a 887 mil toneladas en 2025, consolidando la dependencia externa para el consumo humano directo. Por su parte, el maíz amarillo registró una ligera contracción de 0.8 por ciento, asociada a ajustes en la demanda del sector pecuario.
“El récord de importaciones observado a noviembre de 2025 confirma que la seguridad alimentaria de México depende crecientemente del mercado internacional, más que del fortalecimiento de la producción nacional”, indicó Juan Carlos Anaya, director general del GCMA.
Mayor dependencia
Explicó que sin un cambio estructural en la política agroalimentaria que impulse productividad, competitividad, acceso a tecnología, financiamiento e infraestructura, el país continuará profundizando su dependencia externa, particularmente en maíz, granos forrajeros y oleaginosas, con impactos directos en la estabilidad del abasto, los precios internos y la seguridad alimentaria nacional.
En los demás granos y oleaginosas destaca que el trigo panificable mostró estabilidad en volumen, aunque su valor disminuyó 6.8 por ciento, en línea con la corrección de precios internacionales; el sorgo presentó un crecimiento extraordinario, con importaciones que pasaron de 33 mil toneladas en 2024 a 914 mil toneladas en 2025, impulsadas por una mayor demanda del sector pecuario.
La soya en grano disminuyó 4.5 por ciento en volumen y 12.3 por ciento en valor, mientras en pasta aumentó 14.8 por ciento en volumen, confirmando la dependencia estructural de insumos proteicos importados; en tanto, el aceite de soya mostró una leve contracción en volumen (0.8 por ciento), aunque su valor aumentó 12.5 por ciento, y el arroz se mantuvo prácticamente sin cambios en volumen, pero su valor cayó 22.1 por ciento.
Un caso particular es el del frijol, cuyas importaciones cayeron 32 por ciento al pasar 388 mil toneladas a 261 mil toneladas.












