Economía
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Desaceleración y consumo estancado llevan a la banca a elevar sus reservas
 
Periódico La Jornada
Miércoles 17 de diciembre de 2025, p. 19

En un momento en el que la economía crece menos y el consumo está prácticamente estancado, los bancos privados que operan en el país crean mayores reservas para hacer frente a eventuales pérdidas. De enero a octubre, reportaron a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) la formación de 176 mil 727 millones de pesos para hacer frente a sucesos fuera de su control.

La cifra, que es la mayor reportada en un periodo similar desde que hay registros, es 12.32 por ciento superior en términos reales –al descontar la inflación del periodo– respecto a los 151 mil 931 millones que se tenían en el mismo periodo del año pasado, según la información oficial del organismo supervisor.

Incluso, las reservas reportadas en los primeros 10 meses de este año son mayores a las que estas instituciones crearon en el mismo lapso de 2020, año que estuvo marcado por la crisis sanitaria y económica que generó el brote de covid-19 a nivel global.

En un entorno en el que la economía pierde dinamismo y el consumo muestra señales de agotamiento, el hecho de que los bancos incrementen sus reservas para pérdidas crediticias no es un dato menor.

Estas provisiones funcionan como un colchón frente a eventuales incumplimientos de pago y suelen aumentar cuando las instituciones financieras anticipan un deterioro en la capacidad de pago de hogares y empresas.

La importancia de este incremento radica en que las reservas no solamente reflejan una lectura más cautelosa del ciclo económico, sino que también son un indicador adelantado de los riesgos que percibe el propio sistema financiero.

Aunque los niveles de morosidad, según estos intermediarios, se mantienen contenidos, el fortalecimiento de estos colchones sugiere que los bancos se preparan para un entorno de mayor presión sobre el ingreso y el empleo, lo que puede traducirse en un deterioro gradual de la cartera.

Las grandes firmas

Según la información disponible, hasta octubre de este año, siete de los ocho bancos de importancia sistémica: BBVA, Santander, Banorte, Banamex, HSBC, Scotiabank e Inbursa (se excluye a Citi ya que hace un año todavía no estaba separado del Banamex), crearon reservas que sumaron 134 mil 503 millones de pesos.

La cifra resulta 12.2 por ciento superior si se compara con los 115 mil 752 millones de pesos reportados de enero a octubre del año pasado.

Estos siete intermediarios concentran 81 por ciento de los créditos que se otorgan para el consumo de los hogares, portafolio que, al cierre de octubre y de forma total, sumó un billón 860 mil 464 millones de pesos.

De acuerdo con cifras de la CNBV, al término del décimo mes del año el índice de morosidad de la banca múltiple se mantiene en niveles históricamente reducidos, por debajo de 3 por ciento del total de la cartera (en 2.27 por ciento), lo que da cuenta de que, hasta ahora, el impago no se ha generalizado.

No obstante, el propio regulador ha señalado que estos indicadores suelen reaccionar con rezago al ciclo económico, por lo que un menor crecimiento y un consumo débil tienden a reflejarse más adelante en la calidad de los créditos.

En este contexto, la formación de mayores reservas aparece como una medida preventiva frente a un entorno de mayor incertidumbre. Si bien el crédito al consumo aún muestra crecimiento en términos reales, éste ha comenzado a moderarse, en línea con la desaceleración de la actividad económica y la pérdida de dinamismo del ingreso de los hogares.

Así, mientras los bancos refuerzan su posición financiera para absorber eventuales choques, el comportamiento de estas reservas se convierte en una señal para anticipar los retos que enfrentará el sistema financiero y la economía en los próximos meses.