Miércoles 17 de diciembre de 2025, p. 18
Washington. El crecimiento del empleo en Estados Unidos repuntó en noviembre después de que las nóminas no agrícolas disminuyeron en octubre debido a los recortes al gasto público, pero la tasa de desempleo se situó en 4.6 por ciento, la más alta desde 2021, mientras el mercado laboral se debilita.
Este aumento del desempleo amenaza con forzar a la Reserva Federal (Fed) a reducir aún más las tasas de interés para impulsar la economía, a pesar de la preocupación de algunos gobernadores por la inflación.
Las nóminas no agrícolas aumentaron en 64 mil puestos de trabajo el mes pasado, informó la oficina de estadísticas. En octubre se perdieron 105 mil empleos, lo que refleja la salida de más de 150 mil trabajadores federales que aceptaron indemnizaciones diferidas, como parte de los recortes en el gobierno.
El informe retrasado de empleo en noviembre y una actualización parcial para octubre, publicados ayer por la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento del Trabajo (BLS, por sus siglas en inglés) no incluyeron la tasa de desempleo ni otras métricas de octubre después de que el cierre del gobierno durante 43 días impidió recopilar datos de los hogares.
Se debilitan empresas
La actividad empresarial también se ralentizó en diciembre y mostró su ritmo más débil desde junio, con una caída de pedidos tanto de fabricantes como de proveedores de servicios, con lo que cierra un año de volatilidad e incertidumbre.
Según S&P Global, el índice compuesto de gestores de compras flash (o preliminares) cayó a 53 este mes, contra 54.2 en noviembre. Las lecturas por arriba de 50 indican que la actividad está en expansión.
El índice de servicios de S&P, que representa dos tercios de la producción económica de Estados Unidos, cayó a 52.9 en diciembre, también el nivel más bajo en seis meses, desde los 54.1 de noviembre.
El indicador manufacturero descendió a 51.8, su menor nivel desde julio, luego de registrar 52.2 en noviembre.
Las ventas minoristas se mantuvieron estables en octubre y el consumo parecía estar sobre una base sólida al comienzo del cuarto trimestre, a pesar del aumento de los precios.












