Muestra colectiva busca restituir la identidad de víctimas de feminicidio // Se expone en Cuernavaca
Martes 16 de diciembre de 2025, p. 3
Textiles con los nombres bordados de víctimas de feminicidio, con el fin de reclamar y restituir su identidad, integran la exposición Nombrarlas, que se presenta en la sala Siqueiros del Centro Cultural Jardín Borda de Cuernavaca, Morelos.
Organizada por la artista gráfica y textil María Antonieta de la Rosa y la colectiva Las Nombramos Bordando, la muestra es una protesta en la que cada pieza conlleva mucho trabajo, empatía, dolor y amor.
Sobre la exhibición, María Antonieta de la Rosa indicó que ésta “nace de una realidad que en un mundo ideal no debería existir. Su necesidad es testimonio de la crisis que enfrentamos. Sin embargo, ante la cruda realidad que vivimos las mujeres a diario, el arte se convierte en un instrumento fundamental para alzar la voz y visibilizar lo invisible y, sobre todo, para preservar la memoria”.
Las piezas, agregó De la Rosa, “son testigos silenciosos de la rabia y del dolor, pues han sido elaboradas con las manos de un montón de mujeres que trabajaron dolorosamente al nombrar a una mujer, cuya vida ha sido arrebatada y que la justicia no alcanza. Ésta no es una exposición, es una protesta”.
Para las organizadoras, los bordados realizados por cientos de mujeres en los pasados cinco años, “hacen que la memoria no se borre y que la justicia siga siendo ese grito incansable con hilos de colores hasta que llegue.”
Karime Díez, integrante del grupo Las Nombramos Bordando, indicó que éste surgió tras el feminicidio de Ingrid Escamilla en 2020, y que realizan cada año una convocatoria para bordar en diferentes lugares; la más reciente se desarrolló en el Museo Morelense de Arte Contemporáneo Juan Soriano, donde se asignó un nombre a las bordadoras participantes.
Explicó que, históricamente, “el bordado ha sido utilizado para reforzar los estereotipos de género, en el sentido de que la mujer borda y se queda callada, pero lo cierto es que eso ha cambiado y ahora se usa como expresión de protesta. María Antonieta de la Rosa ideó este proyecto; sugirió pasar del arte textil a la protesta para visibilizar el feminicidio, esta terrible realidad que se vive en el país; ha sido conmovedor ver todos los bordados”.
Con la curaduría de María Antonieta de la Rosa, la muestra reúne piezas que revelan el poder del hilo y la aguja como herramientas de activismo, acompañamiento, denuncia y construcción de memoria colectiva.
Lejos de ser una cifra anónima, cada nombre bordado se convierte en un recordatorio permanente de una vida arrebatada, un acto de resistencia contra el olvido.
“Hemos visto que la gente se acerca por la belleza de los bordados, porque son obras de arte textil, hecho con las manos de muchas mujeres. Tenemos registradas a más de 120 mujeres que han participado con nosotras en los cinco años recientes.
“Cuando decimos a las personas que los nombres que ven son de víctimas de feminicidio, su cara cambia y se lleva una reflexión. El mensaje es fuerte; cuando la gente mayor se acerca porque le gusta bordar, no se imaginan lo que en realidad plasmamos.”
Creada con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la exhibición transforma el bordado en un acto de memoria, resistencia y cuidado. Cada puntada sostiene una historia y cada hilo teje un llamado a no olvidar.
Nombrarlas se puede visitar de martes a domingo de 10 a 19 horas en la sala Siqueiros del Centro Cultural Jardín Borda, en Cuernavaca, Morelos. La muestra concluirá el 22 de febrero de 2026.











