Caminar con libertad por las calles del polígono Hipódromo-Condesa, en la alcaldía Cuauhtémoc, se ha convertido en una actividad cada vez más difícil ante el mal estado de las banquetas y la proliferación de pérgolas, mesas con sombrillas, sillas, plantas y estructuras de madera o lona que se extienden sin control fuera de establecimientos que ofrecen el consumo al aire libre.

Este escenario obliga a los vecinos a convivir con banquetas deterioradas y obstruidas, ruido y la reducción del espacio público desde las primeras horas del día –entre 6 y 8 de la mañana– hasta pasada la una de la madrugada.

Cabe señalar que ninguna autoridad ha precisado cuántos establecimientos ocupan la vía pública mediante enseres. La Secretaría de Desarrollo Económico proporcionó vía transparencia un enlace inaccesible al padrón de negocios autorizados dentro del programa Ciudad al Aire Libre, lo que impide conocer cuántos cuentan con permiso.

En paralelo, autoridades capitalinas informaron que entre 2024 y 2025 se realizaron 561 verificaciones del Instituto de Verificación Administrativa y más de 900 visitas de la alcaldía Cuauhtémoc a establecimientos mercantiles; sin embargo, tampoco se especificó cuántas de esas inspecciones estuvieron relacionadas con la ocupación del espacio público.

Tras la pandemia de covid 19, la ocupación de la vía pública se volvió una práctica permanente. Aunque, en un inicio se permitió a los establecimientos colocar mesas en la banqueta en una proporción, con el paso del tiempo la restricción se esfumó. “Cada vez se les fueron otorgando más permisos”, explicó Raquel Nava, representante de la comisión de participación comunitaria en la colonia Hipódromo.

Un mismo patrón

En un recorrido por la avenida México, que rodea el parque México, se contabilizaron cerca de una veintena de restaurantes y cafeterías con cinco, 10 o más mesas instaladas desde temprano. El mismo patrón se repite en calles como Huichapan, Cacahuamilpa, Popocatépetl, Áms-terdam y Sonora, donde hay al menos dos o tres terrazas por vialidad.

Explicó que el uso de la vía pública genera un pago anual de 2 mil 112 pesos por metro cuadrado para establecimientos de bajo impacto, y de 4 mil 198 para los de impacto vecinal o zonal; sin embargo, advirtió que la instalación de terrazas en áreas de parquímetros implica una doble pérdida: “además de rebasar los límites permitidos, se deja de percibir el ingreso por estacionamiento, ya que las pérgolas ocupan cajones” destinados al cobro.

Aunque los vecinos han llamado a ordenar la zona y frenar la expansión irregular de enseres que afectan la movilidad y el uso del espacio público, la situación sigue sin ser atendida.