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Entre música, textiles, aromas y sabores cerró Original, fiesta de identidad

Repuntan las ventas de artesanos y cocineros del país, quienes muestran su fuerza creativa con orgullo

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▲ En el tercer día de actividades de Original se presentó la danza mixteca de los Tecuanes de Acatlán de Osorio.Foto Secretaría de Cultura
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▲ Sobre estas líneas, una artesana muestra sus productos en el Centro Cultural Los Pinos.Foto Xinhua
 
Periódico La Jornada
Lunes 1º de diciembre de 2025, p. 5

Entre música huasteca, aromas de la comida tradicional y un ir y venir de familias que llenaron los jardines del Centro Cultural Los Pinos, cerró ayer Original, encuentro donde no sólo repuntaron las ventas de artesanos del país, sino que éstos mostraron la fuerza creativa de los pueblos originarios.

En el puesto 11, Juan Carlos Díaz García, originario de Paraje, Larráinzar, Chiapas, cerca de la zona zapatista, muestra tres huipiles largos de colores vibrantes, mientras explica que están hechos en telar de cintura y que las figuras que conforman sus brocados forman parte de la cosmovisión tsotsil.

Cuenta que las piezas más elaboradas, que toman meses de confección, cuestan entre 30 y 50 mil pesos, y son tejidas por un grupo de 25 mujeres que mantienen viva la tradición.

Díaz García asegura que cada año las ventas mejoran. “En esa ocasión vendimos más, sobre todo piezas de innovación, con bordado tradicional en prendas estilizadas”.

A unos metros, Silvia Lorenzano Fercano, originaria de Rancho Grande San Juan Bautista, de Valle Nacional, Oaxaca, atiende a una pareja que busca la talla correcta de una guayabera bordada en punto de cruz y hecha en telar de cintura.

Mientras acomoda sus prendas, con representaciones de árboles de la vida, Lorenzano Fercano subraya que sus mejores clientes han sido varones.

Además de los colores y la iconografía de varias regiones del país, el zapateado y los versos que siguen al violín llenaron esta fiesta de identidad. Mientras algunas personas se sentaban a escuchar la música, otras subían a la tarima para mostrar sus mejores pasos.

Aranza Cortés acaba de bajar de bailar con su hermano. “Tengo 15 años bailando danza folclórica. Me encanta mi cultura”, cuenta.

Es el segundo día consecutivo en que ella y su familia visitan Los Pinos para disfrutar del encuentro. “Nos gusta todo, pero la joyería me parece impresionante, por los materiales y los trabajos”. Para ella, lo más bonito es “ver a las personas de todas las edades bailar como el alma da, y compartir la cultura y el amor por México”.

En la cocina de humo no había mesa disponible y las filas eran interminables frente a unas afanosas cocineras que volteaban tortillas, rellenaban bolillos o calentaban los guisos para atender lo más rápido posible.

Mientras maniobraba con una espátula, Mariela Gutiérrez Rodríguez cuenta que, a pesar de tener cinco asistentes, no se da abasto. “Como ve, la fila está bien larga, y por más que nos apuramos, no baja”.

Gutiérrez Rodríguez vino de Santiago de Anaya, en Hidalgo, con guisos representativos de la comida otomi-hñähñu.

“Para nosotras, como cocineras tradicionales, esta es una oportunidad para dar a conocer la gastronomía de nuestro municipio y una entrada económica para nuestras familias”, afirma.

Uno de los platillos más populares esta mañana es un bolillo relleno de carne de cerdo horneada, especialidad de Chilapa de Álvarez, Guerrero. Mientras rellena uno, Dianacatzil Vidal Moreno explica que su preparación ha sido muy bien recibida, aunque es poco conocida entre los capitalinos.

Vidal Moreno dijo que lo mejor de participar en Original es que “se trata de una experiencia no sólo para venir a comer, sino conocer, y eso nos da mucho orgullo”.

Francis Carillo, de Santa Fe, quien comparte uno de estos bolillos rellenos con su acompañante, cuenta que llegó a Los Pinos por casualidad. Tras recorrer los textiles y artesanías, asegura que, de haber sabido lo que encontraría, habría traído más dinero. “Si tuviera que elegir, me quedo con los textiles y la comida. La gastronomía mexicana es garantía”.

Considera que sólo debería mejorar la difusión: “Es un encuentro que vale mucho la pena, y se escucha muy poco. Yo no lo conocía”.