Domingo 16 de noviembre de 2025, p. 27
Si bien en la Ciudad de México se han logrado avances importantes en la reducción de la pobreza total y la cobertura de derechos sociales fundamentales, “resulta urgente abatir de manera prioritaria todas las expresiones de pobreza extrema”, señala el proyecto de Plan General de Desarrollo 2025-2045.
Y es que, aun cuando entre 2018 y 2024 se logró reducir la pobreza total en 10 por ciento, según datos del Consejo de Evaluación de la Ciudad de México (Evalúa CDMX), todavía más de la mitad de los capitalinos, es decir, 5 millones 801 mil personas, viven en esa condición, ya sea moderada o extrema.
Por otro lado, el Índice de Necesidades Básicas Satisfechas señala que persisten los desafíos en rubros como vivienda, que en 2024 el porcentaje de citadinos en pobreza por vivienda se ubicó en 43.3 por ciento, además de que 46.2 de la población tenía una necesidad básica insatisfecha, ya sea acceso a la salud, seguridad social, educación, bienes durables, adecuación sanitaria, energía, Internet y teléfono, independientemente de la pobreza de tiempo, es decir, la falta de tiempo libre para actividades personales, ocio o descanso, la cual padece 57 por ciento de la población.
Ante eso, el plan que se encuentra en fase de consulta pública propone una estrategia a corto, mediano y largo plazos para atender este problema, cuyo primer objetivo es reforzar las acciones para garantizar un ingreso mínimo vital por medio de transferencias económicas en beneficio de los grupos de atención prioritaria.
“Dado que actualmente el acceso a derechos como salud, seguridad social, vivienda y educación se encuentran fuertemente mediados por el mercado, resulta fundamental ampliar la cobertura, montos y progresividad de los apoyos, garantizando un ingreso mínimo vital a lo largo de la vida de los habitantes de la capital desde la primera infancia”, expresa el documento.
Agrega que esto permitirá avanzar en la erradicación de la pobreza extrema mientras se fortalece la infraestructura, servicios públicos y capacidades institucionales para hacer efectivo el derecho a la ciudad.
El propósito, establece el proyecto, es construir una ciudad “igualitaria y de florecimiento humano en la que todas las personas puedan desarrollar plenamente sus capacidades, satisfacer sus necesidades materiales, sociales y culturales, y desplegar su creatividad en condiciones de libertad, dignidad y justicia social”.
Por eso, se llevarán a cabo acciones a corto plazo, como la expansión del programa Pensión Hombres Bienestar, impulsar el desarrollo social con empleo digno, servicios de salud preventiva, igualdad de género y participación comunitaria y crear un programa especial de beneficios y cuidados que, a largo plazo, deberá estar consolidado. Asimismo, se tiene que garantizar la protección económica de todos los capitalinos con un ingreso mínimo vital.












