Viernes 14 de noviembre de 2025, p. 27
Washington. El gobierno federal de Estados Unidos volvió a la actividad ayer, después de 43 días de paralización en lo que constituyó el cierre más largo en la historia de ese país, periodo durante el cual se redujo el tráfico aéreo, se recortó la asistencia alimentaria a las personas de bajos ingresos y se obligó a más de un millón de trabajadores a no cobrar durante más de un mes.
En el primer día de la apertura se atenuaron las cancelaciones de los vuelos. El Departamento de Transporte y la Administración Federal de Aviación (FAA) anunciaron que el recorte de operaciones será de 6 por ciento, en lugar de 10 por cien para el viernes, como se tenía previsto, antes de que se reabriera el gobierno, ello debido a la lenta reincorporación de los controladores aéreos.
Además, 42 millones de estadunidenses podrán volver a recibir los subsidios para pagar su comida en las 24 horas siguientes a la reapertura del gobierno, dijo un portavoz del Departamento de Agricultura.
Unos 670 mil funcionarios volvieron a sus puestos y aquellos que trabajaron sin sueldo durante el cierre comenzarán a recibir sus salarios atrasados el sábado y todos los pagos se completarán el miércoles, dijo la Casa Blanca, pese a que el gobierno de Donald Trump ha amenazado con retener el pago de algunos. Las agencias que recortaron a empleados durante el cierre deben revertir los despidos en un plazo de cinco días, indicó la oficina de la fuerza de trabajo federal.
Impacto en la economía
El asesor económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett, declaró que el gobierno publicará el informe de empleo de octubre, pero no incluirá la tasa de desempleo. “La encuesta de hogares no se realizó en octubre, así que vamos a tener la mitad del informe”, dijo Hassett a Fox News. “Probablemente (...) nunca sabremos con certeza cuál fue la tasa de desempleo en octubre”, señaló.
La Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO), un organismo no partidista, estimó que se retrasarán unos 50 mil millones de dólares en gastos, calculó que no se recuperarán hasta 14 mil millones de dólares de actividad perdida y se reduciría el producto interno bruto estadunidense en 1.5 puntos porcentuales.
Después de 43 días con la administración federal paralizada, las profundas divisiones políticas que provocaron el cierre siguen sin resolverse. El paquete de financiamiento logrado por el Congreso el miércoles contiene pocas barreras para impedir que el presidente Trump retenga el gasto, en una administración que ha desafiado regularmente la autoridad constitucional del Congreso sobre el dinero y no aborda los subsidios de salud que pronto expirarán. El acuerdo sólo financia al gobierno hasta el 30 de enero, lo que aumenta la posibilidad de un nuevo cierre a principios del próximo año.











