Miércoles 12 de noviembre de 2025, p. 33
Al tiempo que en el país la disponibilidad de agua per cápita continúa disminuyendo, la zona metropolitana del valle de México (ZMVM) enfrenta una “crítica sobrexplotación de sus acuíferos”, ya que se utiliza más agua de la que naturalmente se dispone en la cuenca.
De acuerdo con el programa del Instituto Mexicano Tecnológico del Agua (IMTA) 2025-2030, esta zona, con más de 22 millones de habitantes, registra un “grado de presión” de 128.7 por ciento y su dependencia de fuentes externas del líquido es “alta” y por ello recurre al Sistema Cutzamala.
Asimismo, zonas metropolitanas de Monterrey, Guadalajara, Tijuana, Mexicali, Saltillo, Querétaro, León, San Luis Potosí, Chihuahua, Puebla y Tlaxcala –que concentran 46.5 millones de habitantes– tienen una disponibilidad de agua “cada vez más incierta” frente a una demanda creciente para el consumo humano, industrial y agrícola.
En el documento, el instituto señala que la disponibilidad de agua en el país por habitante al año ha disminuido “drásticamente” en siete décadas, ya que pasó de 17 mil 742 a 3 mil 656 metros cúbicos, en un periodo en el que la población mexicana creció de 40 millones a 132 millones de personas.
Asimismo, se advierte que para 2030, cuando la población rebase los 137 millones de personas, la disposición per cápita será de 3 mil 285 metros cúbicos del líquido anuales.
La disponibilidad de agua en el país por habitante al año ha disminuido casi cinco veces desde 1950, ya que pasó de 17 mil 742 metros cúbicos a 3 mil 515 en 2020, informó la Comisión Nacional del Agua. En el mismo periodo, la población mexicana creció tres veces, pues de 40 millones de personas subió a 126 millones.
“Este problema se agrava por el uso no sustentable del recurso, especialmente en la agricultura de riego, que utiliza más de 70 por ciento del agua concesionada, y la industria, que tiene un bajo nivel de reúso”, apunta.
Frente a este escenario, el IMTA plantea que debe fortalecerse la cooperación técnica tanto nacional como internacional, consolidar alianzas con universidades de otros países, organizaciones no gubernamentales, facilitar el acceso a fondos multilaterales y participar activamente en iniciativas prioritarias del país.












