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La guitarra y la voz de Ismael Serrano encandilan al teatro Esperanza Iris

El cantautor español reivindicó la figura del trovador ante casi mil 300 personas

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▲ El artistal durante el concierto en el Esperanza Iris.Foto Ernesto Yáñez
 
Periódico La Jornada
Domingo 9 de noviembre de 2025, p. 7

Sólo una guitarra y su voz le bastaron a Ismael Serrano para encandilar a sus seguidores mexicanos, que acudieron al Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, donde el cantautor español ofreció a más de mil 300 asistentes un concierto como parte de su gira Tour Guitarra y Voz.

Unos minutos después de las 20 horas, el intérprete originario de Madrid comenzó su concierto con Amores imposibles. Después, saludó y agradeció la asistencia del público y explicó que con este concierto buscaba reivindicar la esencia del trovador de toda la vida que, armado de su guitarra y su canto, cuenta historias que sean capaces de conmover a quien las escuche.

El concierto dio paso a un recorrido por la trayectoria de un artista con 17 álbumes grabados. Interpretó varias de sus piezas más icónicas como Hija de Lilith, Porque fuimos y Un muerto encierras, que narran historias de amor y desamor, así como de esperanzas en un futuro mejor. Dedicó esa parte del recital al poder de la música para hacer más llevaderas las distancias y ausencias entre las personas.

El concierto tomó un rumbo inesperado cuando el artista, como parte de su más reciente proyecto Canciones insospechadas, interpretó Inevitable, de la colombiana Shakira, al señalar que este trabajo musical buscaba sacarlo de su zona de confort y buscarle nuevos ritmos y horizontes a temas que le gustan pero que el público no se imaginaría que pudiese cantar.

Ya con la velada avanzada, Serrano recordó que la labor del trovador también tiene una carga de inspirar a los otros e interpretó La llamada, de su disco homónimo de 2014, donde alentó al público a dejar atrás el individualismo reinante en los tiempos que corren y abrazar la solidaridad y apoyo mutuo.

El programa siguió con la interpretación de Vértigo, La canción de nuestra vida y Fábula de los conejos, acompañadas por el respetable con sus palmadas y llegar al momento cumbre de la noche cuando tocó Ahora que te encuentro y cerró su presentación con Papá cuéntame otra vez, su canción más conocida y la que lo llevó a la fama, donde realizó modificaciones al verso final para hacer mención al genocidio en la franja de Gaza, lo que llevó al respetable a la ovación más estruendosa de la noche y que apareciera una bandera palestina entre los asistentes.

La petición unánime del público por un encore se cumplió y volvió al escenario para ofrecer Pequeña criatura, Candombe para olvidar y Vine del norte, dedicada a las víctimas de la represión durante la dictadura de Augusto Pinochet en Chile.

El último aplauso y el agradecimiento del cantante cerraron una noche de complicidad que reivindicó con creces la idea de que es posible buscar cambiar el mundo con sólo una guitarra y la voz.