Miércoles 5 de noviembre de 2025, p. 28
Belén. Ante un informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en el cual se advierte que las emisiones mundiales de carbono aún son demasiado altas para detener el calentamiento global, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró ayer que la cumbre sobre cambio climático que se celebrará este mes en la Amazonia será una “COP de la verdad” y ofrecerá soluciones reales.
A pesar de tres décadas de negociaciones globales, los países no evitarán que la temperatura del planeta se eleve 1.5 grados centígrados, el principal objetivo del Acuerdo de París, negociado hace una década. En su lugar, el mundo se encamina hacia un calentamiento extremo de entre 2.3 y 2.5 grados, alertó el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
“Esto será difícil de revertir”, señaló el organismo sobre el incremento de 1.5 grados, al señalar que los países tendrían que moverse aún más rápido y hacer reducciones mayores en las emisiones de gases de efecto invernadero.
Lula, cuyo país acoge la COP30 del 10 al 21 de noviembre, aseveró que el incumplimiento de los acuerdos anteriores era desmoralizador para la gente de todo el mundo.
En declaraciones a la prensa en una base naval de Belén, el mandatario brasileño llamó a los países a cumplir las promesas del pasado, en lugar de hacer otras nuevas.
“No queremos que la COP siga siendo una exposición o una feria de productos ideológicos sobre el clima, en la que cada uno vea lo que quiera, como quiera, y nadie esté obligado a hacer nada y a que las cosas sucedan”, señaló.
Brasil propondrá crear un consejo mundial del medio ambiente facultado para supervisar los avances en los compromisos climáticos en todo el mundo.











