Domingo 2 de noviembre de 2025, p. 4
Como parte del esfuerzo global para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, México participará en la cumbre de cambio climático en Brasil (COP30) con una nueva Contribución Nacionalmente Determinada (NDC, por sus siglas en inglés), en la que resalta la integración del componente de pérdidas y daños que tienen las poblaciones frente a fenómenos meteorológicos cada vez más extremos.
Expertos de organizaciones ambientales destacaron esta iniciativa, porque “ningún otro país” la había incluido en sus políticas para abordar los impactos del cambio climático.
Pablo Ramírez, responsable de campañas sobre clima y energía en Greenpeace México, señaló que habitualmente las negociaciones se han centrado en cómo reducir los gases de efecto invernadero (mitigación) y cómo hacer frente a los impactos del cambio climático (adaptación).
De ahí la relevancia de incluir un nuevo componente en la nueva NDC 3.0, ya que ésta ha sido una discusión desde hace tiempo en las anteriores conferencias de Naciones Unidas. La propuesta de “pérdidas y daños”, explicó, implica un fondo financiado por los países más industrializados para destinarlo a las naciones más vulnerables al cambio climático.
Renata Terrazas, directora Ejecutiva de Oceana, coincidió en que se trata de una iniciativa positiva, aunque subrayó que lo relevante será cómo México la instrumentará dentro de la política nacional climática y social.
Expuso que las comunidades costeras, las personas que viven del campo y el mar, enfrentan una serie de pérdidas y daños por derrames petroleros y actividades extractivas, pero su atención es “muy limitada” y no hay una compensación adecuada.
“Sabemos que viene, pero no en qué dimensión, esta reparación por pérdidas y daños. Si lo atienden con presupuesto suficiente y con políticas públicas adecuadas, será extraordinario.”












