Cierran vialidad
Está ubicado frente a la estación Papalotl del trolebús elevado
Jueves 2 de octubre de 2025, p. 32
A lo largo del día continuaron ayer los trabajos de reparación de la grieta geológica que se formó en zigzag a la altura del distribuidor vial La Concordia y que ya fue cubierta, según informó la Secretaría de Gestión Integral del Agua (Segiagua).
Sin embargo, a tan sólo 4.2 kilómetros, en los carriles centrales de la calzada Ermita Iztapalapa apareció otro hundimiento que obligó al cierre vial. La oquedad, ubicada en la intersección con calle 7 y frente a la estación Papalotl del trolebús elevado, abrió un hueco profundo en el asfalto donde maquinaria pesada y trabajadores se adentraron en la tierra reblandecida.
De acuerdo con vecinos, las autoridades también atribuyeron el origen a una falla geológica que atraviesa la zona. En paralelo, en la curva del puente de La Concordia, donde aún se observan huellas de la explosión del 10 de septiembre pasado, con piedras cuarteadas y barreras de concreto desfasadas, se realizaron excavaciones durante la noche del martes y la madrugada de este miércoles,
Al menos seis montículos fueron aprovechados para el relleno con tepetate y agua; en la parte más delgada de la grieta se alcanzaba a observar una tubería de color verde y delgada que atravesaba de manera horizontal. Aunque la inspección de autoridades arroja que no existe el paso de instalaciones hidráulicas.
A escasos metros se encontraba una oquedad menor a un metro de diámetro, aunque no se precisó si guarda relación con la grieta principal. La Segiagua detalló que en el área se construirá una caja disipadora a 1.5 metros de profundidad, lo cual servirá para estabilizar el terreno.

Su función, explicó, es absorber los movimientos de la grieta geológica y evitar su crecimiento antes de colocar la carpeta asfáltica, con el propósito de concluir la intervención antes del jueves. En las labores participan también la Secretaría de Obras, Protección Civil y la Secretaría de Seguridad Ciudadana, que mantienen la zona acordonada con malla para evitar el paso vehicular.
A un costado, en la colonia Lomas de Zaragoza, residentes aseguran vivir entre baches, luminarias inservibles y un puente peatonal inconcluso por las obras del trolebús a Chalco que complica el cruce hacia sus hogares. Tras la formación de la grieta, Cecilia Hernández señaló que en cada lluvia “se encharca demasiado, era casi obvio que iba a abrirse”.
Sobre la calle Real del Monte, otro vecino acusó que la misma noche de la explosión se desplegaron cuadrillas de obras para “parchar” los baches a menos de 200 metros del lugar del incidente. En el asfalto se aprecia por lo menos una docena de parches numerados con letras blancas donde se lee “bache (el número) GGM”.