Lunes 29 de septiembre de 2025, p. 5
El ambiente en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur llegó a excesos nunca antes vistos. Desde hace un año, alumnos demandaron mayor vigilancia, iluminación, botones de pánico y filtros en el acceso al plantel, porque ingresaban vendedores ambulantes y de drogas sin ninguna restricción.
El extremo era un cubículo ocupado por un colectivo de alumnos que fue “recuperado” por la dirección en las vacaciones de verano. Ahí consumían y se vendía “de todo”, y para nadie era un secreto, relataron estudiantes a La Jornada.
Padres de familia coincidieron en que era “tierra de nadie”, y pese al temor de que adentro no estaban seguros, tenían que confiar.
Hoy, padres de familia exigen certeza para que la escuela “realmente sea como su segunda casa”, porque no imaginaron que dentro de un plantel de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) hubiera hechos tan peligrosos que pusieran en riesgo la integridad de sus hijos.
En ese cubículo “se hacían fiestas y nadie les ponía límites”, relataron alumnos de tercero y quinto semestre. Incluso, denunciaron que sólo un pequeño grupo se oponía a que se controlara el acceso con credencial, por lo que en el paro de abril pasado, quitaron del pliego petitorio esa exigencia con el argumento de que atentaba contra su libertad.
“Lo que pasó muestra la deficiencia en seguridad, porque el IM (de donde se lanzó Lex Ashton, el presunto agresor) es el edificio que está al lado del estacionamiento de profesores; no hay vigilancia ahí y quienes vieron lo que pasó fueron trabajadores de mantenimiento”, reprochó una estudiante de tercer semestre.
Los jóvenes entrevistados coincidieron en que la directora de este plantel, Susana Lira, destaca por ser laxa, omisa y negligente, y por no tener conflictos con grupos activistas.
Señalaron que el abandono en el que tiene al plantel sur lo demostró el día de la tragedia. Armando, el empleado de mantenimiento que resultó herido al tratar de detener a Lex Ashton, fue trasladado en una pick-up y no en una ambulancia, pese a que se desangraba.
Además, ha tenido fuertes dolores de cabeza, pero lo dieron de alta horas más tarde y hasta dos días después de lo sucedido le programaron una tomografía.
Por otra parte, los estudiantes de la Facultad de Ingeniería de la UNAM aprobaron irse a paro desde hoy hasta el 3 de octubre, con lo que suman ya 14 entidades académicas en esa situación.