Sábado 27 de septiembre de 2025, p. 22
Londres. Un análisis de Reuters de pruebas visuales y otra información sobre el ataque israelí a un hospital de Gaza contradice la explicación de Israel sobre lo ocurrido en el mortífero bombardeo del 25 de agosto contra el hospital Nasser, en el que murieron 22 personas, entre ellas cinco periodistas. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) pretextaron que la acción tenía como objetivo una cámara de Hamas que grababa sus operaciones, sin embargo, la investigación reveló que la cámara en cuestión pertenecía a Reuters y los periodistas asesinados usaban ese lugar regularmente para sus tranmisiones desde hace meses.
El ataque fue planeado utilizando imágenes de un dron que, según un oficial militar israelí, mostraba una cámara de Hamas que grababa desde el hospital “cubierta con una toalla”, detalle que les pareció “sospechoso” porque “las toallas pueden usarse para evadir los sensores de calor de las FDI y las observaciones desde el cielo.
El oficial israelí afirma ahora, después de que Reuters presentó las conclusiones de su investigación, que las tropas actuaron sin la aprobación del alto mando regional a cargo de las operaciones en Gaza, pero no especificó quién dio la orden.
Las pruebas visuales y otros informes que obtuvo Reuters establecen que la cámara en las imágenes pertenecía a la agencia de noticias y había sido utilizada durante mucho tiempo por uno de sus periodistas, Hussam al-Masri, uno de los cinco periodistas asesinados ese día- quien al menos 35 veces desde mayo la colocó en la misma escalera del hospital Nasser.
Masri cubría su cámara con su alfombra de oración verde y blanca para protegerla del calor y el polvo, según descubrió Reuters. Israel nunca le dijo a Reuters que no cubriera su cámara con una toalla u otro paño, afirmó un portavoz de la agencia de noticias.
El oficial militar declaró a Reuters que Masri y otros periodistas presentes no fueron el objetivo del ataque y no eran sospechosos de tener vínculos con Hamas.
El ejército israelí tampoco explicó por qué no advirtió al personal del hospital ni a Reuters que tenía la intención de atacar el edificio, ni por qué después de alcanzar la cámara en su ataque inicial bombardearon la escalera nuevamente nueve minutos más tarde, matando a otros periodistas y personal de emergencia que habían acudido al lugar.
Entre los asesinados están la periodista Mariam Dagga, quien trabajaba para Ap y otros medios y Moaz Abu Taha, periodista independiente que laboró con varias organizaciones de noticias, entre ellas Reuters.
El grupo de periodistas se reunía habitualmente en la escalera del hospital para grabar desde una posición elevada con mejor visibilidad, acceso a electricidad y conexión a Internet más potente.