Sábado 20 de septiembre de 2025, p. 13
Jiutepec, Mor., En el país, cuatro de cada 10 diagnósticos de cáncer de próstata se detectan en etapa metastásica, es decir cuando las células tumorales se han diseminado a otras partes del cuerpo, expuso Manuel Rodríguez Valenzuela, especialista en medicina farmacéutica, quien destacó que en el mundo “un hombre muere cada 15 minutos por esta enfermedad”.
En el seminario Sanando el Futuro, precisó que datos de la Sociedad Estadunidense de Cáncer establecen que en el vecino país del norte sólo cinco por ciento de los casos son detectados en etapas avanzadas.
Médico de Enlace Científico de la farmacéutica Bayer –organizadora del encuentro–, detalló que estudios del Departamento de Epidemiología del Instituto Nacional de Cancerología demostraron que 40 por ciento los diagnósticos de este cáncer en mexicanos se hacen en etapa metastásica, lo que se asocia con disminución de la supervivencia y calidad de vida, así como incremento de los costos de atención.
Mientras la enfermedad está localizada en la próstata, afirmó, el riesgo de mortalidad anual es cercano a 16 por ciento, pero cuando las células cancerosas se han diseminado, la probabilidad crece a 56.
Entre los factores que inciden en su desarrollo están la obesidad, el tabaquismo, la inflamación de la próstata, infecciones de transmisión sexual e incluso una alimentación con exceso de carnes rojas; también aspectos como la edad (45 o más años) o antecedentes familiares.
De acuerdo con la OMS, en el mundo el cáncer de próstata ocupa el cuarto lugar en incidencia; en 2022 hubo 1.5 millones de casos nuevos, lo que representó 7.3 por ciento de todos los tipos de neoplasias. En México, la tasa de mortalidad es de más de 11 por cada 100 mil y es la primera causa de muerte por tumores malignos en hombres.
“Quienes padecen cáncer de próstata, pero que no tienen metástasis a cinco años, cuentan con 56 por ciento de sobrevida; en pacientes que ya presentan esa circunstancia, la sobrevida se reduce a sólo tres por ciento”, indicó.
Expuso que ese laboratorio cuenta con una molécula (darolutamida) que mantiene al paciente “con un buen control de la enfermedad, no curativo, pero ofrece más sobrevida”. Está en los sectores privado y público. “En el IMSS tenemos un 27 por ciento de participación a cinco meses que se ingresó” esa sustancia, agregó.