




Sábado 20 de septiembre de 2025, p. 28
Ayer la Ciudad de México conmemoró los sismos del 19 de septiembre de 1985 y del 2017. Damnificados de ambos terremotos se congregaron en diferentes puntos para recordar la muerte de seres queridos que quedaron atrapados entre los escombros de los edificios que se derrumbaron.
En el centro de la capital el Movimiento de Familias Damnificadas 19S compartió sus experiencias del terremoto de hace 40 años, que dejó un gran número de fallecidos en este punto, y el ocurrido en 2017, que afectó viviendas en Tláhuac, Iztapalapa, Tlalpan, Xochimilco y Gustavo A. Madero.
En el multifamiliar de Tlalpan el encuentro coincidió con el simulacro nacional y en punto de las 12 horas sonó la alerta sísmica. El sonido trajo recuerdos para los afectados, la mayoría de los cuales no lograron contener el llanto.
Los damnificados cerraron la calzada de Tlalpan y frente al edificio 1C, con el puño en alto, guardaron un minuto de silencio para recordar a las víctimas del movimien-to telúrico.
En el memorial que se levantó para los 19 niños y siete adultos que perdieron la vida en el colegio Rébsamen, localizado en la Alameda del Sur, los familiares de algunos de los pequeños organizaron una misa y demandaron justicia.
Bandera a media asta
En la plaza de la Solidaridad, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina, encabezó la ceremonia cívica por el 40 aniversario del terremoto del 19 de Septiembre de 1985 y los ocho años del sismo de 2017.
La funcionaria izó la Bandera a media asta y montó una guardia de honor, acompañada de su gabinete, bomberos y elementos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas, así como de Protección Civil.
En punto de las 7:19 de la mañana, la Cruz Roja Mexicana realizó el toque de sirenas de ambulancia que recordó la salida de emergen-cia de paramédicos y voluntarios a las calles hace cuatro décadas para atender a los afectados por el sismo de magnitud 8.1.
Frente a lo que fue el edificio de Nuevo León, en Tlatelolco, se colocaron velas, flores y coronas con el número 40, además de celebrar una ceremonia religiosa.