Una sociedad bien informada es más capaz de defender sus derechos en EU, afirma el comunicador
Nos percatamos de que el gobierno no planeaba megadeportaciones, sino crear un ambiente de terror para que la gente hiciera dos cosas: autodeportarse o hundirse más en las sombras, señala // Denuncia una ofensiva oficial contra los medios, sobre todo hacia los públicos, con recortes presupuestales

Martes 26 de agosto de 2025, p. 21
La red de Radio Bilingüe es voz y a la vez oído de comunidades trasnacionales que hoy día enfrentan una coyuntura compleja y peligrosa por las medidas antimigrantes del gobierno en Washington.
En esta segunda parte de la entrevista con Samuel Orozco, director nacional de noticias, La Jornada preguntó:
–¿Cuál es el pulso que han detectado entre las comunidades?
–Es una situación muy compleja. Lo más notable es el hecho de que efectivamente ese clima de incertidumbre y de temor, en algunos casos incluso hasta de terror, sí es palpable. Comenzamos a detectar ese ambiente desde principios del año, en el inicio de esta administración, cuando preguntábamos cómo miraban el panorama, decía alguien: “yo soy troquero, me dedico a hacer entregas en tiendas y restaurantes. Ahora, los lugares están vacíos. Ya no entrego tanto como antes, las ventas han caído”. Hubo otro por ahí que nos refiere la anécdota de que había llegado a restaurantes donde las puertas están bajo candado. La gente labora adentro. Se pone el cerrojo por temor a que llegue de repente la migra. Recuerdo haber platicado con una trabajadora del campo, mixteca, que me dice: “Mira, sí, yo ando aquí afuera porque tengo papeles, pero a mi esposo no lo dejo que salga. Salimos en la oscuridad, o sea, antes de que salga el sol y volvemos a la casa hasta después de que se pone, cuando creemos que no va a haber patrullaje”. Así que es en horas de la noche que circula el marido. Entonces, son historias de ese tipo las que seguimos registrando.
“Se registraron tomas de hospitales por agentes armados, que esperaban a pacientes. De hecho, hay un caso donde un enfermero y una enfermera fueron arrestados y criminalizados, acusados de asalto contra integrantes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). Se les imputó porque intervinieron al tratar de impedir que se llevaran a un enfermo por razones de ética profesional. Son anécdotas, historias como ésas, las que, la verdad, nos están desbordando.
“Es una abundancia de lo que muchos preveían que iba a pasar, que era no tanto el hecho de que hubiera megadeportaciones, más bien la intención de fondo fue crear un ambiente de terror, con el fin de que la propia gente se encargara de hacer una de dos cosas: entre comillas, autodeportarse, o hundirse más en las sombras. En otras palabras no salir, guardar silencio.
“Si te roban el salario, no lo reportan; si tienen problemas de prestaciones de salud, cállate, no andan reclamando su seguro médico, lo que sea. Si quieren reforma de inmigración, vale más que lo analicen. Green card, lo piensan dos veces. Si se quieren hacer ciudadanos, el gobierno lo está observando todo. Yo creo que es ese ambiente de terror, más bien, lo que estaba en el trasfondo de todo esto.
“Pero también hemos visto que la gente cuando le llega la migra guarda silencio, no le abren a los agentes, exigen la orden judicial por debajo de la puerta, activan su celular y tratan de documentar. Nos cuentan al aire cómo espontáneamente muchos vecinos o testigos, cuando ven un acto de arresto y de abuso por parte de los escuadrones, se ponen a interpelar a los oficiales, a pedirles que se identifiquen o que presenten la solicitud de arresto.
“Ha habido mucha solidaridad y acciones en uso de sus libertades constitucionales. Me da la impresión de que la gente se está documentando, se educa más. En comparación con años anteriores, las personas tienen la información a la mano, la utilizan en autodefensa o en protección de alguien más, de aquellos que están siendo afectados, arrestados o atropellados. Puedo decirlo por el lado de lo bueno que he visto, el hecho de que ha habido más actos de valor. Ya ven que los escuadrones llegan armados hasta los dientes, blindados, enmascarados. Todo es una parafernalia encaminada a causar el terror. Sin embargo, la gente no se echa para atrás.
“Nosotros lo que hemos tenido al aire constantemente son anuncios de servicio público: qué hacer en caso de que te llegue la migra a la casa, si te detienen en el vehículo o en la calle. En diferentes escenarios, qué hacer, cómo reaccionar.”
Ataques más allá de discursos
–Para ustedes como medio, ¿qué implicaciones tiene todo esto?
–La administración federal nos ha acusado a los medios en general, y en particular a los públicos y a algunos latinos, de ser parte del problema de que la gente conozca sus derechos y, por lo tanto, de que sea más difícil arrestar. También, de que se ubiquen a tiempo los convoyes o los escuadrones. Se nos responsabiliza de obstruir las detenciones y las deportaciones.
“Parte, obviamente, de la ofensiva han sido los ataques verbales, el hecho de que nos traten de poner a la defensiva a través de la narrativa, de vernos como parte de ese problema.
“Por otra parte, en el caso de nosotros los medios no comerciales, los ataques han sido más que verbales, no sólo discursos, han intentado asustarnos con amenazas de odio, que afortunadamente, hasta el momento, tocó madera, no nos ha llegado cerca el ambiente de rencor que se ha generado alrededor de los organizadores latinos o de los medios latinos.
“Aparte de esos discursos de odio contra nosotros, la bronca ha sido el recorte de todos los fondos públicos. Básicamente, la desaparición de la Corporation for Public Broadcasting. La presidenta de la radio pública nacional NPR prevé que el próximo año van a cerrar 80 emisoras públicas como resultado del fin de los recursos a partir de octubre, sobre todo las pequeñas y en zonas rurales. En el caso nuestro, esto ya nos está afectando. Tenemos un presupuesto de cerca de 4 millones de dólares y calculamos que nos va a quitar mínimamente 400 mil dólares por año.
“Eso, obviamente, nos pone en una situación de alerta y que, al final de cuentas, creo es parte del plan, poner de alguna forma a los medios, sobre todo a los identificados como incómodos, a la defensiva.
–¿Y ante esa campaña cómo están respondiendo?
–Un reto al que nos hemos enfrentado como comunicadores es vencer el ambiente de miedo. Es decir, transmitir la información porque una comunidad documentada es más capaz de superar el temor, al saber más o menos lo que está pasando y teniendo ciencia y conocimiento. Por ejemplo, en el caso del acceso a medicina, a servicios de salud para gente en necesidad crítica, como el cuidado prenatal, a mujeres embarazadas.
“Tener la información es muy importante para poder vencer el temor. Entonces, ¿cómo hacerle para seguir llegando a toda esta raza de forma que puedan confiar en nosotros para seguir usando todo tipo de servicios, llevar a los niños a la escuela, sentirse seguros con la protección de las escuelas?
“Tratamos de darle visibilidad a todo tipo de gestos, acciones, que enfrentan estas tácticas antimigrantes en el ánimo de mantener la llama de la esperanza entre los oyentes. No solamente la confianza, sino de atreverse a hacer algo, de salir y realizar cosas por ellos mismos”.
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