
Viernes 22 de agosto de 2025, p. 9
El anuncio de la visita del grupo estadunidense Sun Ra Arkestra a México sorprendió a los fanáticos de la banda, ya que ésta anunció su retiro de las giras fuera de su país. El texto en el sitio web del Festival Internacional Cervantino cita a Sun Ra: “El jazz no nació en la Tierra, sino que es un fuego estelar convertido en sonido”. ¿Qué significa entonces una música intergaláctica? En el caso de Sun Ra no es un viaje de escapismo, sino una fuga contra los aspectos más retrógrados de la sociedad terrestre, una acción directa contra la segregación racial y la homofobia.
Herman Poole Blount, ese era el nombre en su documento al momento de su arribo en 1936, abandonó el plano terrestre en 1993, sin embargo, su música continúa siendo tan intrigante como sus teorías, su historia y las ideas formadas en torno a su obra. Cuando el autor Mark Dery escribió sus primeros trabajos sobre afrofuturismo “estaba teorizando sobre la ficción distópica de ser negro en América, y las políticas radicales de recordar un pasado desmembrado, e inscribirte en el futuro si eres negro, marrón o beige”, recordó Dery en un artículo de 2016 sobre afrofuturismo, en el que también advirtió que su término había sido cooptado por “la sección de vida y estilo”.
Ra no estuvo solo en la idea y la práctica de un jazz extraterrestre. John y Alice Coltrane fueron un ejemplo de compositores que empezaron atados a ciertas fórmulas del jazz, y parte de su estrategia para salirse de las convenciones musicales tuvo que ver con incorporar culturas no exploradas, además de utilizar la idea del espacio exterior como inspiración para crear algo nuevo. Archie Shepp consideró al free jazz como un término limitante, que rebajaba el valor e influencia del género como música universal.
El grupo es dirigido por el saxofonista Marshall Allen desde 1995, quien cumplió 100 años en 2024 y editó su primer disco solista este año, New Dawn, así como su colaboración con otro integrante de la Arkestra, Knoel Scott.
Allen es parte de la Arkestra desde 1958, y la dirige en 1995, dos años después de la muerte deJohn Gilmore, que la tuvo a su cargo desde 1993. Amigo de Sun Ra desde la época de la segregación racial. Gilmore editó un disco en México difícil de conseguir, con una lista de temas poblada de clásicos como Summertime, pero tal cual dijo Allen al diario The Guardian sobre tocar en Sun Ra: “no se trata de lo que tocas, sino de cómo lo tocas”.
Los integrantes de la banda mantienen una forma de vida comunal. Si tienen una fórmula, es la disciplina de lo imprevisible. Su discografía se cuenta de a centenares y son particularmente buscadas las ediciones con ilustraciones únicas, muchos fueron editados por un sello propio de Ra, El Saturn.
Por estos días ofrecieron dos espectáculos en la misma ciudad de Estados Unidos, uno era publicitado como jazz swing, el otro como jazz espacial: son dos de los ejes principales del grupo; Ra podía tener sus ojos y oídos en fuera de este planeta, pero su sensibilidad estaba íntimamente relacionada con la orquesta de jazz como una de las grandes liberaciones posibles, en el contexto posterior a la Segunda Guerra Mundial.
En 1974, Sun Ra llevó al cine su visión de un éxodo espacial afro: en Space is the Place comparó a la Tierra con el espacio exterior, donde residía en el filme: “La música es diferente aquí, igual que las vibraciones, no como el planeta Tierra, que suena a armas, enojo y frustración. Nadie lo entendió, así que montamos una colonia negra aquí”.
Ese mismo año Ra y su Arkestra hicieron una temporada en México repleta de conciertos y aventuras. Con una residencia en un teatro que no terminó de funcionar desde lo económico, se lanzaron a Teotihuacán, en la isla de Chapultepec frente a Casa del Lago. Una foto blanco y negro es la única prueba de su presentación en Siempre en Domingo, actuación televisiva que compartieron con integrantes de un circo y The Supremes.
Uno de sus conciertos fue en el Palacio Bellas Artes, en el que Ra concedió una entrevista radial luego de una presentación bestial: “Soy clasificado como músico de ecuación cósmica infinita; mi obra trata de lo inconmensurable del universo y de la inmortalidad en un plano cósmico, porque la inmortalidad cósmica es diferente a la terrestre, tiene muchos matices que la gente no comprende (...) Cada vez que me detengo es porque estoy a punto de cambiar”. El concierto puede escucharse en la Fonoteca de Coyoacán.
La discografía de Sun Ra es extensa. Aquí algunos de sus discos: The Futuristic Sounds of Sun Ra (1962), The Heliocentrics Works of Sun Ra (1965), Nothing is… (1966) Astro Black (1973), Space is the Place (1973) y John Cage Meets Sun Ra (1988).