Miércoles 13 de agosto de 2025, p. 13
En México, la desigualdad en el cuidado de los hijos menores de edad se percibe en todos los ámbitos; siete de cada 10 mujeres en prisión tienen hijos menores de edad, pero sólo en uno de cada tres casos los papás asumen esa tarea. En cambio, en nueve de cada 10 casos de varones que tienen niños y van a la cárcel, la mamá se queda al cuidado de ellos, revela el estudio Nuestras justicias.
La investigación elaborada por la asociación Equis: Justicia para las Mujeres, demuestra la cadena de violaciones a derechos y omisiones de las autoridades hacia las que han estado privadas de la libertad en México a lo largo de su vida, detalló Tania Hernández, integrante de dicha agrupación.
Durante el conversatorio La centralidad del enfoque en las violencias basadas en género en la sociedad de cuidado, en el contexto de la 16 Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, explicó que el objetivo de este estudio que presentó es contribuir a la formulación de propuestas de políticas públicas para prevenir el encarcelamiento del sector femenino en el país.
Detalló que aquí, más de 14 mil mujeres se encuentran privadas de la libertad, cifra que ha tenido un ligero aumento en los últimos ocho años, al pasar de 5.5 por ciento del total de presos en 20126, a 5.9 en 2024.
Expuso que la mitad de las presas tienen sentencia. Una de cada tres está en la cárcel por robos de cosas pequeñas y concretas, porque cuando ellas están ya en un proceso de juicio o de medida de reparación, no alcanzan a cubrir los montos económicos requeridos.
A escala nacional, expuso, siete de cada 10 tienen 39 años o menos, y 18.4 por ciento son de orientación sexual distinta a la heterosexual, porcentaje mayor a la media nacional, que es de 5.3.
En tanto, las migrantes, solicitantes de asilo, refugiadas, desplazadas y retornadas asumen un doble rol: mientras son proveedoras de cuidados, al mismo tiempo requieren acceso a sistemas de cuidados dignos y sin discriminación. Sin embargo, enfrentan obstáculos para ello, coincidieron Acnur, IMUMI y la Red Mesoamericana Mujer, Salud y Migración.