Martes 29 de julio de 2025, p. 21
La comida se ha convertido en un recuerdo
, afirma la escritora independiente y estudiante de literatura inglesa Sara Awad, palestina de 21 años, en sus Diarios del hambre, que publicó en el medio de investigación The Intercept. En ellos señala que desea convertirse en periodista para contar la verdad de lo que ocurre en la franja
. Expresa que opta por escribir porque debido a la escasez de alimentos tiende a callar en lugar de hablar, porque requiere menos energía
.
Awad relató que la comida se ha vuelto un sueño debido al asfixiante asedio impuesto por el gobierno israelí
, por lo que ella y su familia pasan casi medio día pensando dónde conseguir alimentos. Indicó que puede ver la impotencia
en los rostros de su familia y eso la lleva a pensar de inmediato en sus hermanos menores, Ahmed, de 10 años, y Yame, de sólo cuatro.
No soportan ni entienden que no haya comida disponible, y me siento impotente cuando no tengo nada qué ofrecerles. Siempre me he preguntado por qué los niños tienen que sufrir. ¿Qué hacen para merecer esta privación?
, subrayó.
Un pan no es suficiente
Pese a que la escasez le hace pensar que su sufrimiento puede terminar si consigue al menos un trozo de pan o algo de sopa, la realidad la confrontó con que ni siquiera eso es suficiente
.
Indica que la comida en sí misma es ahora un lujo y la mayor parte ha desaparecido de Gaza: la leche, la carne, las verduras y las frutas se han convertido en un sueño cotidiano, no en una realidad.
Pese a todo, al ver el sacrificio de su familia, que prefiere alimentar a sus hermanos menores, subrayó que incluso en la guerra, el amor es más fuerte que el sufrimiento
.