l 28 de abril la red eléctrica de España experimentó un apagón total. En resumen, la red cayó por una altísima dependencia de energías intermitentes (70 por ciento al momento del fallo) y la falta de inercia y máquinas síncronas generaron un apagón en cascada. Para una explicación detallada, pueden visitar: http://bit.ly/46DcbMn.
A casi tres meses del apagón, los actores del sector han emitido una serie de reportes queriendo explicar la causa. El gobierno, a través del Ministerio de Transición Ecológica (el cual se encuentra lleno de energy experts; sí, esos que aquí en México en energía, debaten, promueven, y defienden el fallido modelo de Peña Nieto), reportó, después de mucho cantinflear, que la falta de máquinas síncronas en el sistema evitó que hubiera un control de voltaje correcto
. Es decir, la falla se amplificó porque no tenían suficiente inercia en el sistema. Sin embargo, si uno busca las declaraciones oficiales, la culpa es de todo menos las intermitentes. El gobierno español, consumido en una ideología e intereses económicos de energy experts (vendedores) ha decidido literalmente contradecir su propio informe y culpar a las máquinas síncronas por no haber sido capaces de absorber las variaciones generadas por las intermitentes, como si eso se tratara de que no hicieron su mejor esfuerzo o una buena voluntad y no tuviera nada que ver con leyes físicas sobre el funcionamiento de la red eléctrica y los límites de integración de intermitentes; expertos
, al final.
La Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (Aelec) ha emitido un reporte propio y llega a la misma conclusión: la falta de inercia en el sistema causó la falla. Han querido culpar a la operación del sistema como la única responsable, pero recordemos que Aelec y sus miembros han sido quienes han promovido, y se han beneficiado fuertemente, de las políticas de vendedores disfrazados de expertos, que llevaron al sistema a esa situación tan lamentable. Curiosamente, el principal promotor y miembro de la Aelec, es la misma empresa que en México se opuso fuertemente a un cambio de modelo energético y quien financiaba y coordinaba un buen grupo de expertos independientes
. ¿Coincidencia?
Al final, el gobierno español a través de su presidente y ha declarado que continuará con las erróneas políticas energéticas (que incluyen el cierre de centrales nucleares); dijo que aquellos que argumentaban la falta de inercia como la causa principal, demostraban su ignorancia sobre el tema
. Pero en el fondo, el sistema eléctrico español ha sufrido cambios importantes que reconocen que el modelo que perseguían es erróneo. Primero, se llevó a cabo una modificación de manera urgente y extemporánea al Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica 2021-26 (http://bit.ly/44PVn3r ),con la finalidad de aumentar la cantidad de compensadores síncronos (literalmente una máquina rotatoria muy grande, con mucha masa que aporta inercia al sistema) y de reforzar la interconexión con Francia para importar mayor cantidad de energía nuclear y estabilizar las intermitencias (¿?). Los compensadores no producen energía, pero sí la consumen, lo cual terminará aumentando el costo de la energía para los consumidores finales, es decir, los españoles estarán pagando la solución para arreglar los problemas que las intermitentes de privados generan en la red. Esto se conoce como los costos de integración de las renovables y sabemos que aumentan de manera exponencial (https://bit.ly/46QbWNM).
Lo segundo es que se declararon medidas de emergencia
entre las cuales se incluyeron aumentar la generación con base en gas natural para mantener mayor inercia en el sistema. A la fecha, ha aumentado 68 por ciento el consumo de gas para la generación eléctrica. Gas que ni Europa ni España tienen, y que, como vimos en el fallido caso alemán, los somete al designio y la buena voluntad de potencias como EU y Rusia, que ven la energía como arma. La posición del gobierno, de continuar con su fallida política de transición liderada por las empresas eléctricas, think tanks y demás se ha vuelto tan insostenible que incluso Goldman Sachs ha emitido comunicados solicitando al gobierno que se limite la generación de intermitentes para evitar apagones. Esto se suma a una serie de reclamos y concesiones del gobierno, como lo que ocurrió en diciembre de 2024, cuando el ministro de Industria y Turismo anunció que se duplicarían los subsidios para las empresas electrointensivas
para evitar que España se desindustrialice. Mientras por un lado continúan anunciándose precios bajos mayoristas
de la electricidad, los españoles cada vez pagan más en sus hogares y pequeños comercios principalmente por los costos de integración de las intermitentes.
España y muchos países de Europa continúan por la misma senda del fundamentalismo que los va a terminar de llevar a la quiebra. Reino Unido tuvo que extender y aumentar subsidios a productores eléctricos con intermitentes, de igual manera subsidia el consumo de grandes empresas por los altos costos, pero, eso sí, aumenta las tarifas 43 por ciento desde 2022 para sus ciudadanos (https://bit.ly/44URU27). Países Bajos tiene una situación similar, recientemente anunciaron que la electricidad se iba a tener que racionar, con cortes porque no les alcanzaba a pesar de tener los precios más altos de todo el continente. De Alemania ni hablar, ya todos sabemos el nivel del fracaso.
El mundo debe entender que un momento como el que se vive, en que se enfrenta un trilema entre buscar la transición energética, aumentar la clase media y aumentar la industrialización, implica una transformación tan compleja y de tal magnitud que sólo será posible si es liderada por el Estado. El mercado no resolverá nada, sólo seguirá generando mecanismos de extracción de utilidades récord para la IP, es su único incentivo.
X: @aloyub