os productores de sorgo de Tamaulipas demandan un precio que les permita mantenerse cultivando el grano, al que se dedican desde hace más de 60 años.
El sorgo fue considerado un producto básico, ya que junto con el maíz es utilizado para la alimentación del ganado: vacas, puercos y pollos. Al ser el alimento, de la comida de gran parte de la población, tuvo políticas públicas que lo protegieron hasta la puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1994.
Después, en el mercado abierto, al igual que todos los granos y oleaginosas, sufrió la competencia de las importaciones de Estados Unidos, que lograron sortear obligando a los gobiernos a construir políticas compatibles con el libre mercado, que aunque no lograban equilibrar la competencia les garantizaban alguna rentabilidad.
En 2019 el gobierno de la Cuarta Transformación abandonó en un mar de tiburones a los productores comerciales de básicos. Los sorgueros reclaman que eliminó los subsidios al crédito, a los insumos, a las coberturas y a los seguros agrícolas; destruyó los esquemas de agricultura por contrato; desapareció los programas de comercialización e ingreso objetivo. Sostienen que es imposible competir con los precios del sorgo del vecino del norte, donde los agricultores tienen enormes subsidios.
Tamaulipas concentra cerca de 45 por ciento de la producción nacional de sorgo, que cultivan cerca de 30 mil agricultores, mayoritariamente en el ciclo otoño-invierno, actualmente ya cosechado. La agricultura y la ganadería son actividades muy importantes en el estado.
A pesar del libre comercio, la producción de sorgo creció durante 20 años. El año 2014 fue el de mayor producción en el país, que alcanzó 8.4 millones de toneladas. Tamaulipas aportó 3.4 millones de ellas. En los años posteriores la producción sufrió reducciones drásticas, que la colocaron en 2024 en alrededor de 4.5 millones de toneladas y la de Tamaulipas en alrededor de 2 millones.
Este 2025, después de más de dos meses de intentar negociar con el gobierno federal y estatal un pago compensatorio para obtener un ingreso objetivo de 6 mil pesos por tonelada, y ante la falta de alternativas concretas, el 7 de julio, el Frente Estatal de Productores Agropecuarios de Tamaulipas decidió como medida desesperada, tomar el puente internacional Reynosa-Pharr, cercano a la aduana Las Flores Río Bravo, por la que entran las importaciones de sorgo de Estados Unidos. Mantuvieron el bloqueo por 34 horas y también cortaron la carretera Victoria-Matamoros, pero no tuvieron respuesta.
El 17 de julio bloquearon por tercera vez la misma carretera y exigieron que las autoridades atiendan su pliego petitorio de abril. Los sorgueros sostienen que el precio ha caído por debajo de los costos de producción, lo que los coloca en la situación de abandonar el cultivo si no existen apoyos del Estado.
Mientras, las importaciones de sorgo provenientes de Estados Unidos han tenido un comportamiento errático, ya que como forraje puede sustituirse por maíz, además de estar sujetas a variables como precios internacionales y tipo de cambio.
En 2019 México importó 735 mil toneladas de sorgo, para en los años subsecuentes reducirlas fuertemente. En 2020 se importaron 316 mil toneladas; en 2021, 208 mil. En 2024 únicamente se importaron 37 mil toneladas. Pero los agricultores levantaron la alarma, ya que entre enero y mayo de 2025 se importaron 207 mil toneladas, 25 veces más que las importadas en el mismo periodo el año anterior.
Lo que está dirigiendo el aumento de las importaciones de sorgo en México parece ser el plan de China para la autosuficiencia alimentaria y la guerra comercial de Donald Trump. Estados Unidos es el mayor exportador de sorgo y su principal mercado es China, a la cual destina más de 5.5 millones de toneladas al año. Sin embargo, Pekín ha declarado la seguridad alimentaria como máxima prioridad en respuesta a las tensiones comerciales con Estados Unidos.
Entre enero y mayo de 2025 China sólo importó 82 mil 300 toneladas, mientras en el mismo periodo del año anterior había importado 2.8 millones de toneladas. México durante 2025 ha sustituido a China como primer destino de las importaciones de sorgo de Estados Unidos.
El 14 de julio pasado, cuando Trump amenazó al país con imponer 30 por ciento de arancel a las importaciones, señaló que la forma de evitar los aranceles era que las empresas ubicadas en México decidieran fabricar sus productos dentro de Estados Unidos.
En el caso del sorgo, el gobierno mexicano debe decidir si quiere sacrificar la producción nacional y que el sorgo que el país consume sea producido en Estados Unidos, y dejar la agricultura en manos de las trasnacionales.
*Directora del Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano