experimento audazfrente a declive del multilateralismo
El grupo nunca tendrá un enfoque conjunto en materia de defensa: experto
Domingo 6 de julio de 2025, p. 12
Río de Janeiro., El multilateralismo pierde terreno y ese hecho no hace más que acentuar la importancia del grupo BRICS, afirma Sarang Shidore, director del Programa sobre el Sur Global en el Instituto Quincy, en Washington. Considera a este bloque de naciones, cuyos líderes se reúnen hoy y mañana aquí, un experimento audaz que no debe descartarse
. Pueden, dice a La Jornada, llenar algunas de las evidentes lagunas presentes en el actual orden global liderado por Estados Unidos
.
El grupo BRICS comenzó a tomar forma en 2009. Fue un poco en respuesta a la falta de representatividad de los países del Sur en los organismos financieros internacionales, un hecho que hizo patente la crisis económica generada por Estados Unidos en 2008 con el colapso de su mercado inmobiliario.
A propósito de esta décimo séptima cumbre del BRICS, Sarang Shidore respondió a La Jornada por correo electrónico sobre la relevancia del bloque y de esta cita.
Con un número limitado de miembros, el BRICS no puede considerarse una organización multilateral propiamente dicha. Sin embargo, ya no son una minilateral, como lo fueron en sus inicios
. Hoy, añade, son 11 miembros de pleno derecho y otros 10 asociados. Estos 21 países abarcan los tres continentes y todas sus regiones, fuera del Occidente rico.
A pesar de su limitado impacto sobre el terreno hasta la fecha, el grupo BRICS es un experimento audaz que no debe descartarse
.
El término BRIC fue planteado en 2001 por el británico Jim O’Neill, a la sazón jefe de investigación de la firma neoyorquina Goldman Sachs, para aludir a los cuatro países que entonces representaban las mayores economías emergentes: Brasil, Rusia, India y China. Luego se sumó Sudáfrica.
Además de los cinco países cuyos iniciales dan nombre al BRICS, pertenecen al grupo Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Indonesia e Irán. Con carácter de asociados, se han incorporado: Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Kazajistán, Malasia, Nigeria, Tailandia, Uganda, Uzbekistán y Vietnam.
–BRICS es un grupo más grande que hace un año (hubo una ampliación en la cumbre de Kazán, en octubre de 2024) y con intereses diferentes. ¿Cuáles son los puntos en común de esas naciones y de qué manera pueden plantear esta defensa?
–El BRICS es esencialmente una coalición basada en intereses entre un conjunto de estados del Sur Global y lo que yo llamo el Este Global, Rusia y China. No cabe duda de que se trata de un conjunto de estados heterogéneo, pero vivimos en un mundo de fragmentación generalizada. Incluso la alianza occidental se ha vuelto mucho más frágil, con una importante brecha que se ha abierto entre Europa y Canadá, por un lado, y Estados Unidos, por el otro.
A pesar de su heterogeneidad, añade, el BRICS comparten puntos en común, tanto negativos como positivos. Entre los segundos están el compromiso con un sistema regido por la Organización Mundial de Comercio, una sólida norma de soberanía estatal y la priorización del desarrollo económico y la solución de problemas de acción colectiva como el cambio climático y la salud mundial. Mientras los integrantes del BRICS se centren en el subconjunto de problemas que comparten, progresarán.
–¿Pueden ser un contrapeso a Estados Unidos, por ejemplo, en temas como seguridad?
–El BRICS fue concebido como una agrupación para la coordinación económica, no de seguridad. Por tanto, nunca tendrán un enfoque conjunto en materia de defensa. No son una agrupación antiestadunidense, pero sin duda buscan crear un espacio complementario, o incluso alternativo, de coordinación para resolver desafíos comunes que el orden internacional liderado por Estados Unidos no toca.