
Sábado 5 de julio de 2025, p. 4
Regreso, obra del coreógrafo y director de la compañía Aterno, César Brodermann, “es un viaje de autoconocimiento y reflexión sobre lo que realmente importa en la vida. Un espacio seguro donde lo lúdico se convierte en herramienta en busca de la libertad y la creatividad.
Mediante el movimiento se logra una conexión con la esencia de la infancia
, explicó en entrevista el creador, quien estrena su pieza hoy y mañana en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.
En Regreso, Brodermann parte de una pregunta simple y profunda: ¿cuándo fue la última vez que jugaste sin motivo, sin miedo, sin meta? Ese cuestionamiento se convirtió en un dispositivo escénico capaz de interpelar a públicos de todas las edades.
El montaje se construyó en cinco meses de laboratorios abiertos, ensayos colaborativos y procesos donde cada integrante del equipo tuvo voz. Al final, Brodermann presenta al público una pieza viva que en cada función será distinta.
“Regreso surgió desde la necesidad de recordar lo que me hace sentir vivo y qué siento cuando bailo. El juego me da la oportunidad de buscar libremente dentro de quién soy, quién quiero ser, cómo quiero convertirme”, comentó el coreógrafo, quien durante el proceso creativo involucró a nueve bailarines y tres aprendices.
“Como parte del proyecto analizamos el juego y la infancia, donde todo lo que hacemos es intuitivo y no analítico, porque cuando comienzas a crecer dices: ‘no puedo hacer esto o debo comportarme de esta forma’, pero cuando eres chiquito, si quieres ponerte una playera gigante, te la pones, y si quieres correr por la calle, lo haces.
Así que decidí empezar a cuestionar por qué es necesario el juego en nuestra vida diaria, ya sea como niños o adultos, y cómo podemos regresar a estas ideas porque en la infancia somos muy fantasiosos, tenemos mucha imaginación
, agregó.
El artista busca que la audiencia se conecte con la obra y se libere. Me interesa que la gente evoque la libertad, el sentirse vivo y descubra las formas de lograrlo
, indicó el creador.
El juego tiene sentido en la propuesta coreográfica y brinda al cuerpo la posibilidad de ser una vía para la memoria, y con eso se logra una conexión con la libertad que en el transcurso del tiempo se ha quedado en el olvido.
Después de una década de transformación artística y de haber vivido en diferentes latitudes, como Nueva York y Tel Aviv, Regreso también representa para el coreógrafo volver a su lugar de origen, su país natal; es honrar sus primeros años de vida, en la tierra que presenció sus pequeños pasos, y que lo hizo retornar para fundar su compañía por su amor eterno a la danza.
Brodermann es un artista multidisciplinario, bailarín de danza contemporánea, fotógrafo, director artístico y fundador de Aterno. Su trabajo se caracteriza por ofrecer un enfoque profundamente emocional y físico, donde el cuerpo deja de ser un archivo de memorias y afectos, para convertirse en el vehículo perfecto de comunicación con movimiento.
La obra Regreso, que contó con el Estímulo Fiscal del Artículo 190 de la LISR Efiartes, se estrenará hoy y mañana a las 19 y 18 horas respectivamente, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris (Donceles 36, Centro Histórico); los días 11 y 12 de julio se presentará a las 17 horas de manera gratuita en la sala Elisa Carrillo del Centro Cultural Mexiquense Bicentenario, y el 20 y 21 de noviembre a las 20 horas, en tanto el 22 y 23 a las 19 horas y 18 horas, en ese orden, en el Teatro Raúl Flores Canelo del Centro Nacional de las Artes.