Miércoles 25 de junio de 2025, p. 5
El arte intenta explorar las emociones y los artistas son personas que han desarrollado la disciplina y la obsesión por esa búsqueda
, afirmó Mario de la Piedra, neurocientífico, apasionado de las humanidades y autor del libro Mentes geniales: Cómo funciona el cerebro de los artistas, en el que entrelaza neurociencias y arte para explicar los mecanismos cerebrales detrás de la creatividad.
En entrevista con La Jornada en el contexto de la presentación de su libro, De la Piedra contó que la idea de escribir esta obra surgió mientras estudiaba medicina: Siempre he vivido en esta dualidad entre la ciencia y el arte, pero fue hasta que empecé la maestría en neurociencias cuando entendí que comprender el cerebro es entender al ser humano
.
Por medio de Mentes geniales busca desmontar el mito del genio atormentado. Lo primero que pensamos de artistas como Frida Kahlo, Dostoyevski, Silvia Plath, es en estas vidas trágicas. Prevalece esta idea de que para ser creativo, genial, hay que tener algún tipo de trastorno
, explicó.
De la Piedra se pronunció en contra de esta creencia: “Los trastornos mentales son muy comunes, entre 10 y 15 por ciento de la población los presenta, pero la mayoría de los artistas no tiene ningún problema siquiátrico.
Los artistas incluidos en esta edición fueron grandes no gracias a sus enfermedades, sino a pesar de ellas o, más bien, porque supieron utilizarlas en sus procesos creativos
, apuntó.
El neurocientífico explicó que hay algunas condiciones neurológicas como la sinestesia –un fenómeno en el que la estimulación de un sentido genera una experiencia en otro diferente– que pueden favorecer los procesos creativos.
“La sinestesia no es una enfermedad, es una condición neurológica, en la que un sentido activa otros. Hay personas que ‘ven’ la música o que ciertos números, palabras o colores les evocan sabores. Este tipo de condición es mucho más predominante en gente creativa. Se trata de un estado de hiperconectividad, una neuroplasticidad alta que puede favorecer a la creatividad. Pero no quiere decir que si uno es sinestésico va a ser creativo ni que quien no la tenga no lo será”, aclaró.
Disciplina
En Mentes geniales, De la Piedra atiende a un enfoque en el que la sensibilidad, el entorno, la práctica sostenida y hasta la genética moldean la creatividad. A partir de los casos analizados de pintores, músicos o escritores, encontró un patrón común: la disciplina.

Aunque todos tienen formas muy distintas de trabajar y de entender el proceso creativo, creo que el patrón que encontré fue el de la energía para perseguir sus obsesiones. No hay una gran chispa de la genialidad, pero sí hay trabajo sostenido
, señaló.
Entre los hallazgos más relevantes en este volumen, el autor mencionó el caso de Frida Kahlo –difícil de abordar por la sobrexplotación comercial de su imagen–. Más allá del dolor, en el que se suele poner énfasis, encontró un enfoque particular en su resiliencia como una clave biológica y emocional.
Ella usa su arte para explorar el dolor, pero también con el fin de expresar resiliencia como mecanismo biológico para mantener esta estabilidad neurosicológica. La resiliencia es lo normal en el ser humano, de hecho es lo común.
También destacó el capítulo dedicado al arte wixárika, los sicodélicos y estados alterados de conciencia. Fue muy interesante explorar el arte indígena, sus formas de pensar, la cosmogonía, especialmente la relación que tienen con sustancias sicoactivas. Siempre surge la pregunta de si los sicodélicos, como los hongos, el peyote o el LSD, tienen alguna conexión con el arte y la filosofía
.
De la Piedra incluyó el arte huichol para salir de esos campos hegemónicos culturales y mostrar que aquí y en todas las esferas se ha hecho un arte fascinante
.
Asimismo, abordó los casos de Leonora Carrington y Remedios Varo y su abordaje del surrealismo, los sueños y el subconsciente.
“Este libro trata de lo que a mí me asombra. Espero que a la gente también le interese, ya sea por el camino del arte o de la ciencia. Que quieran saber cómo funciona el cerebro, cómo se relaciona con otras áreas.
Que haya algo llamado cerebro, de una masa de mil 300 gramos, pero que tenga más conexiones entre neuronas que estrellas en la Vía Láctea y que genere pensamientos, colores, sabores y emociones, eso para mí raya en lo mágico
, concluyó.