Entre deportistas disfrazados de personajes de la cultura, también trotaban exponentes de la danza, el cine, la música y otras disciplinas

Lunes 19 de mayo de 2025, p. 5
Como una fiesta alrededor de la extraordinaria vinculación entre la expresión artística y el deporte, ayer se realizó la segunda Carrera de las Artes, que convocó a mil 653 participantes en el Centro Nacional de las Artes (Cenart).
La reunión también mezcló cine, música y pintura, para finalizar, nuevamente, en el pulmón cultural de México
(como se describe al Cenart en varios de sus muros). Los punteros hicieron gala de su potencia física.
En la categoría femenil, las mejores marcas fueron, en ese orden, de Natalia Priego, Margarita Sebastián y Elizabeth Aguilar. En el rubro varonil, los más rápidos fueron Salvador Ruiz, Víctor Omar Martínez y Juan Manuel Garcés.
Una marea de personas, vestidas en su mayoría en rojo y negro, recorrió alrededor de 6 kilómetros del Circuito Bicentenario, desde el espacio cultural y hasta la avenida México-Coyoacán, donde giró para arribar a la meta.
Asistieron exponentes de la danza, como Angélica Estrella Reyes Briseño y Bruno Miranda, la escultora Perla Arroyo, el cineasta José Camacho, la compositora Nur Slim y la arquitecta Guadalupe Peláez, así como reporteros de la fuente cultural.
José Camacho contó a La Jornada que el deporte es una inspiración y le ha ayudado a pensar con más claridad. Para el modo en el que trabajo, haciendo cine, me esclarece las ideas o me forma una manera de pensar más limpia, más saludable
.
Añadió que Andrea López, su esposa y productora, desde la preparatoria hacía atletismo de alto rendimiento. Ella me ha inspirado y motivado a hacer un puente entre el deporte y nuestra función en el cine
.
La pareja estrenará en junio, en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, el documental Las hijas del viento, cuyas protagonistas son tres chicas ciegas competidoras de la prueba atlética de mil 500 metros planos: Daniela Velasco, de la Ciudad de México; Mónica Rodríguez, de Ciudad Guzmán, y Adriana Carrillo, originaria de Zapotitlán.
Camacho remarcó que han relacionado mucho el deporte con el arte, porque para dar una explicación a estas deportistas de cómo funcionaba el cine lo vinculábamos con una carrera, desde la preparación hasta llegar a la meta. Y nosotros empezamos a relacionar lo que hacemos con el mismo deporte, en este caso un ciclo olímpico
.
En la Carrera de las Artes fueron evocados con disfraces reconocibles personajes y creadores. Se vio correr a un Álex DeLarge, protagonista de la icónica Naranja mecánica; un Cantinflas recorriendo cada kilómetro del circuito en su paso pleno de equívocos portando una pancarta que decía: Córrele, chato
.
Estuvieron los repetidos enmascarados Santo y Blue Demon con su cohorte antagonista de mujeres vampiras y momias de Guanajuato; más allá, el sudado elenco de Alicia en el país de las maravillas y varias Fridas Kahlos, alguna incluso con pincel y paleta, además de mimos que corrían en silencio. En la retaguardia destacaba una nívea diosa alada Nike.
El trasiego inusual sobre el concreto hidráulico del Circuito Bicentenario produjo una melodía con la percusión de los pasos y del instrumento de viento en el resuello de los corredores. Se tenía la nítida visión arquitectónica de esta importante vialidad en la mañana temprana, donde la mitad de la carrera los participantes tuvieron el Sol a la espalda y luego los encaraba hacia la segunda parte, cuando ya la meta estaba cerca.
Las actividades por la Carrera de las Artes, organizada por Wante Films y el apoyo de Indeporte, Cineteca Nacional de las Artes, Canal 22 y el Cenart, incluyeron el festival artístico ¡Nenikíkamen! (frase en griego antiguo que significa somos victoriosos
, relacionada con la histórica Batalla de Maratón), cine, música, danza y teatro. La clausura corrió a cargo del músico y cantante Héctor Hellion.