Miércoles 30 de abril de 2025, p. 18
Pese a los embates en comercio, migración y seguridad, los mercados cambiario y accionario de México han salido victoriosos durante los primeros 100 días del segundo mandato de Donald Trump; historia contraria a la que cuenta Wall Street.
El peso mexicano registra una apreciación de 3.63 por ciento al pasar de 20.3129 pesos por dólar spot el día que Trump tomó protesta como presidente de Estados Unidos a 19.5755 al cierre de ayer.
Por su parte, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) ganó en el periodo de 100 días 10.2 por ciento nominal. El principal índice accionario mexicano arrancó la nueva administración estadunidense en un nivel de 50 mil 450.3 puntos y este martes cerró la jornada en 55 mil 613.43 enteros.
La cotización del peso mexicano pasó de poco más de 21 pesos por dólar en febrero, cuando se anunciaron aranceles a México y Canadá, a 19.5 por dólar.
Esto ha sorprendido a algunos analistas y ha dado lugar a comentarios diversos. Se ha señalado, por ejemplo, que esto refleja la fortaleza y resiliencia de la economía mexicana. Si bien la mejoría en la paridad frente al dólar es real, es necesario entender que esto se debe más a un debilitamiento generalizado de la moneda estadunidense que a un fortalecimiento de la moneda nacional
, describió Gerardo Esquivel, ex subgobernador del Banco de México, en un análisis que publicó en un medio de información.
Por su parte, el Nasdaq se desplomó 11.6 por ciento en los primeros 100 días de la nueva administración de Trump. Para el S&P 500 la caída fue de 8.1 por ciento y el Dow Jones 7.9 por ciento.
En los tres gobiernos que antecedieron a Trump, incluyendo su primer mandato, el S&P 500 cerró los primeros 100 días con números positivos.
Con la entrada de Trump 2.0, Wall Street tenía otra perspectiva, la de ganar-ganar, tal como lo hizo con Trump 1.0; es decir, un mercado favorable para los inversionistas. Pero, por lo menos los primeros 100 días, las cosas han sido diferentes con la guerra comercial que ha emprendido a nivel mundial.
El fantasma de la recesión económica en Estados Unidos, con inflación y tasas de interés altas, mantienen a los inversionistas en plena aversión al riesgo en Estados Unidos.