Un grupo de diputados de Morena señaló a la titular de la Secretaría de Bienestar, Ariadna Montiel Reyes, de asumir una actitud déspota hacia los legisladores, que se quejaron también de supuestos casos de corrupción. Ante la inconformidad expresada en la reunión privada del grupo, el coordinador, Ricardo Monreal, se ofreció de mediador para evitar que el conflicto escale.

Ayer, se pidió a la secretaría una postura respecto a las quejas de los diputados, y la respuesta fue: de momento no tenemos ninguna.

Durante la plenaria en la Cámara, y en medio de gritos de ¡fuera, fuera!, legisladores manifestaron su molestia por la actitud de Montiel, que, agregaron, no responde preguntas ni los atiende.

Entre los inconformes, según una serie de audios obtenidos por este diario, estuvo Irma Juan Carlos, quien recordó: desde que ella vino aquí (a la Cámara, el primero de febrero), a las preguntas que le hice, ustedes recordarán que respondió déspotamente (sic). Incluso dijo que los responsables de los problemas en los estados no tenían la orden de recibirnos y que en ese momento ella iba a dar la orden.

En ese tono, agregó: a lo mejor pido mucho, (pero) es sano que ya haya un cambio ahí. La corrupción está muy fuerte hasta el último rincón de las comunidades rurales, indígenas. Yo, con todo el cariño y respeto a nuestro proyecto, creo que es sano un cambio en ese lugar. Diputadas gritaron: ¡fuera, fuera! ¡Que se vaya!

Jessica Ramírez Cisneros, de Veracruz, reprochó a Monreal que esta señora Ariadna Montiel nos dé ese trato, a pesar del trabajo que realizan los legisladores morenistas en sus entidades. Es humillante y quiero pedirle se lo comente a la Presidenta; si ella está de acuerdo, nos callamos y ya no decimos nada, pero queremos que nos traten bien, porque nos estamos chingando, trabajando bien duro en el estado.

Incluso, recordó que, en una ocasión, al acercarse a saludar a Montiel, ésta le quitó la mano y le dijo de manera tajante que era más fácil ver a la Presidenta (Sheinbaum) que a ella. No se puede, nosotros estar alabando y diciendo que hacemos las cosas bien, teniendo una tipa tan nefasta como ella. ¡Dígaselo a la Presidenta!

Ante los reclamos, Monreal consideró que no es ético que se haga un ataque de tal magnitud a una compañera miembro del movimiento. Ofreció a los inconformes hablar con Montiel, antes de elevarlo a su superiora jerárquica.