Aunque este sábado se cumplió la fecha límite para publicar la resolución del panel de maíz transgénico que interpuso el gobierno de Estados Unidos contra México en el marco del T-MEC, el resultado no ha sido dado a conocer por las autoridades de los países socios.

En noviembre pasado, Marcelo Ebrard Casaubón, titular de la Secretaría de Economía (SE), señaló que el resultado podría no ser favorable para el país. Ya nos dieron el resultado preliminar de maíz, todavía no termina el proceso, terminará en diciembre, pero a lo mejor nos lo ganan, declaró en esa ocasión.

Se sabe que si el panel de controversia del T-MEC determina que México violó el acuerdo comercial, ambos países tendrían 45 días para acordar una resolución.

Si las partes no se ponen de acuerdo sobre la resolución, el T-MEC permitiría a Estados Unidos suspender los beneficios para México.

Si el gobierno mexicano considera que la suspensión de beneficios es excesiva, puede solicitar al panel de disputas una nueva reunión.

En marzo de 2023 el gobierno estadunidense solicitó consultas debido a la publicación de un decreto presidencial en febrero de ese año, el cual prohíbe el uso de maíz genéticamente modificado en masa y tortillas.

Al no lograrse nada, la Oficina de Representación Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) pidió nuevas consultas en junio del mismo año y el asunto escaló al panel de solución de controversias en agosto de 2023.

México argumenta que el objetivo es proteger el maíz nativo, las prácticas agrícolas, la biodiversidad, las comunidades campesinas, el patrimonio gastronómico, la dieta de la población y el medio ambiente.

Estados Unidos asegura que el decreto no tiene base científica, por lo que las medidas violan las obligaciones de México en el marco del T-MEC y es injusto para los productores y exportadores estadunidenses.

México es uno de los principales mercados para las exportaciones de grano proveniente de Estados Unidos, país que en 2023 exportó a territorio mexicano alrededor de 18.6 millones de toneladas métricas, equivalentes a 5 mil millones de dólares. La mayor parte del maíz estadunidense exportado a México es amarillo transgénico que se utiliza para la alimentación del ganado, mientras México produce principalmente maíz blanco, que se utiliza para elaborar alimentos para el consumo humano, entre ellos las tortillas.

El país no permite la producción comercial nacional de maíz transgénico tras una decisión de 2013 de un tribunal federal.

Este cereal es una fuente importante de alimentos para la nación históricamente y es un producto cultural y políticamente sensible.

De acuerdo con el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) en caso de que la resolución no sea favorable para México, el gobierno del país deberá retirar las restricciones o asumir sanciones como aranceles en productos que impongan Estados Unidos y Canadá.