París. El presidente francés, Emmanuel Macron, nombró ayer a su aliado Francois Bayrou como el nuevo primer ministro, y encomendó al veterano centrista la tarea de sacar al país de la gran crisis política que atraviesa, después de que una histórica votación parlamentaria destituyó al anterior gobierno la semana pasada.

Tras asumir la jefatura de gobierno, Bayrou prometió que hará gala de transparencia y esmero desde el primer minuto de su mandato, que asumió de manos de su precedesor, Michel Barnier, destituido en moción de censura por una crisis presupuestaria.

Barnier gobernaba en minoría y esta falta de apoyos derivó en dificultades para aprobar los presupuestos. En este contexto, recurrió al artículo 49.3 de la Constitución francesa, que contempla la posibilidad de aprobar leyes esquivando la votación parlamentaria a cambio de tener que someterse a una moción de censura, que impulsó la izquierda y respaldó la extrema derecha, que no pudo salvar.

Mi modo de actuar será no ocultar nada, no descuidar nada y no dejar nada de lado, afirmó Bayrou en la sede de la residencia oficial de Matignon.

Añadió que afrontará sin timidez la situación heredada de décadas enteras en un momento tan grave para el país, para Europa y ante todos los riesgos del planeta.

Bayrou, de 73 años y un socio crucial en la alianza centrista de Macron, ha sido una figura conocida de la política durante décadas. Su experiencia se considera clave en los esfuerzos para restaurar la estabilidad, ya que ningún partido tiene mayoría en la Asamblea Nacional.

La estrategia de Macron tiene como objetivo evitar que la líder de ultraderecha Marine Le Pen tenga el poder de decidir sobre el gobierno. Le Pen colaboró en la destitución de Barnier al unir las fuerzas de su partido, Agrupación Nacional, a las de la izquierda para aprobar la moción de censura la semana pasada.

En tanto, los socialistas, comunistas y ecologistas, aliados de La Francia Insumisa en el Nuevo Frente Popular, rechazaron entrar en un gobierno de Bayrou, pese a que aceptaron discutir con la alianza de Macron y el partido de derecha Los Republicanos.