n pocas semanas los cambios de escenario geopolítico han sido notables. Apareció, en privilegiado lugar, una figura disruptiva lanzando voces que provocaron alarma mundial. Dos países se sintieron afectados: México y Canadá. La amenaza de imponer 25 por ciento de nuevos aranceles a todas sus exportaciones pende sobre ellos. El primer ministro Justin Trudeau se trepó a su avión hacia Mar-a-Lago, Florida, con la misión de apaciguar lo que pareció un volcán verbal. Se ignora lo alcanzado, pero habría que aceptar como verídica una reducción considerable de la tensión previa. Aunque bien sabe que los tiempos serán duros, la Presidenta mexicana desplegó un abanico de contrapropuestas que han quedado inscritas unas y conversadas las otras. En ambas fases de encuentros sucesivos todo, o casi, quedó volando. Las cuentas que se hacen reflejan afectaciones a las tres partes involucradas. No está claro que la iniciativa tomada por Trump pudiera ser benéfica para sus pretensiones de gran líder. Por el contrario, es factible que pudiera salir afectando a su población consumidora bajo varios de los escenarios planeados.
Tras el lanzamiento del cohete hipersónico ruso, el panorama de balances en Ucrania se modificó sustantivamente. La alarma cundió por varios confines –sobre todo europeos– al interpretarse el suceso como un peligroso escalamiento. Todo ello derivado de las armas de largo alcance enviadas a Zelensky, y su inmediato uso contra Rusia. El conflicto creció con las horas posteriores y se congestionó con los avances de las tropas rusas ante la evidente debilidad del enemigo. La aceptación de factible pérdida de territorio ucranio, ya bajo control ruso, provocó razonable derivada debido al nuevo balance de fuerzas con miras al venidero alto al fuego.
A ese complejo escenario se suman otros netamente políticos en ciertas naciones europeas. Alemania siendo la fuente principal emisora de señales. El canciller Olaf Scholz llamó a elecciones anticipadas ante el rompimiento de alianzas y coaliciones internas. No está para nada claro que vuelva con éxito a formar gobierno. Lo interesante es que esta nación es la mayor aportante al esfuerzo de guerra después de EU. Adicionalmente, Alemania ha entrado en recesiones y quiebres económicos. El motivo incide en sus elevados costos energéticos y concentración de mercados en tres grandes sectores. Automotriz, manufacturas de capital y química. Cada uno afectado de varias y feroces maneras. Otros países europeos han sufrido etapas de bajo aprecio popular. Gran Bretaña es un caso ejemplar, pero no el único, Francia perdió a su gobierno recientemente.
El ambiente mundial de enfrentamientos económicos no ha parado de resentir ondas contrarias. Trump se ha encargado de predicar una extensión de 10 por ciento a los aranceles, ya impuestos a China y se espera la acción de regreso de esa poderosa economía. Lo realmente notable fue la amenaza de imponer aranceles de 100 por ciento a toda nación del BRICS+ que pretenda sustituir al dólar como moneda de intercambio internacional. Un fenómeno que está, por lo demás, muy avanzado y no se ve cómo se pueda detener. La importancia y crecimiento de este grupo ha sido reconocido y sus planes aceptados por consenso. La creación y funcionamiento de su común banco de inversiones es prueba de organicidad.
De improviso, pero largamente larvado, Bashar Al Assad huyó de lo que queda de Siria. El régimen, ya muy corrompido por los años de injusta guerra, se desmoronó en cuestión de días. Las milicias que tomaron ciudades y control casi total son un misterio para quienes temen a los fundamentalistas musulmanes. En los próximos días irá brotando su naturaleza ideológica de fondo. En verdad tal desbarajuste sirio se contagió de tres simultaneas volteretas geopolíticas. La de Israel a caza de territorios y entrando a Siria, la de Rusia y su propio conflicto y la de Irán y sus muchos frentes (Hezbolá). Todo esto junto emulsiona todo Medio Oriente,zona que seguirá atascada de pasiones desatadas y estrategias, operativas unas y frustradas otras, de la lucha hegemónica a la que no es para nada ajena China y sus voluminosas compras en esa área.
Mientras en México hubo alegría y entusiasmo por una mujer Presidenta contagiados a otras muchas partes del globo, la elección en EU ha sido motivo de hondas y reales preocupaciones. La pausa asegurada por doña Claudia en los intercambios públicos con el señor Trump es sana prevención. Habrá que abrir, de propia necesidad, amplio y complejo canal diplomático para las negociaciones venideras. Los cambios externos que se aproximan a buena velocidad lo exigen.