Buena Vista All Stars es un combo atemporal de nostalgia afrocubana que cierra una importante gira mundial esta noche en el Auditorio Nacional.

Es una banda original e independiente que reúne a grandes músicos cubanos, incluidos algunos miembros originales de Buena Vista Social Club.

No somos la continuidad de aquel extraordinario grupo; coincidimos con respeto al repertorio en el que ellos trabajaron y en que estamos ejecutando temas tradicionales de nuestras músicas, o sea, tanto cubanos como mexicanos, pero creo que tenemos nuestra propia manera de hacerlo, y lo podrán notar, y deseamos que la gente que vaya al Auditorio se la pase igual que nosotros: muy bien.

Quien hace el comentario a La Jornada es Demetrio Muñiz, director del Buena Vista All Stars, quien es considerado como uno de los más importantes arreglistas cubanos. Es ganador de dos Grammy estadunidenses y uno más del latino. Fue director musical de Ibrahim Ferrer y Buena Vista Social Club durante siete años, arreglista y coproductor de algunos discos de ésta, así como productor de Vieja Trova Santiaguera, entre otros grupos. Ha compartido escenario con amigos de gran prestigio como Chucho Valdés, Leo Brouwer, Paquito D’Rivera, Manuel Guajiro Mirabal, Arturo Sandoval, César Portillo de la Luz, Omara Portuondo y Elena Burke, entre muchos.

Demetrio, trombonista poderoso, también compone para teatro, comedias, programas de televisión y otras agrupaciones como la Orquesta Sinfónica Nacional (de Cuba), destacando asimismo como director musical de las orquestas de los principales cabarets como El Tropicana, El Riviera y del Hotel Habana Libre.

Ahora, con este grupo trae su espectáculo Noches de La Habana, que tiene la intención de hacer referencia a aquellos emblemáticos centros de recreación. Cuenta con Ibrahim Ferrer Jr, hijo del cantante de voz dorada, Barbarito Torres (miembro original del grupo pionero), así como con 11 músicos cubanos estelares.

Los cabarets en La Habana fueron y son un gran referente en el mundo en los que tocaban orquestas maravillosas, algunas de éstas, dirigidas por Demetrio Muñiz, quien recuerda: A veces miro para atrás y me pregunto: ¿cómo pude hacerlo? porque no me considero tan talentoso. Sólo soy un tipo trabajador que disfruta mucho su trabajo. Mirando atrás, me doy cuenta de que sí, los cabarets además son exigentes en cuanto a música. Estuve 10 años como director musical del Tropicana y nunca me he divertido tanto con un trabajo como ése, que ha sido el más alegre de mi vida, el más exigente.

El cabaret tiene una cosa: un repertorio conocido y lo más internacional posible. Por eso, en nuestro espectáculo vamos intercalando para que la gente no se aburra de oír el mismo ritmo, donde las canciones no tengan el mismo tiempo, donde los intérpretes no sean los mismos o al menos, no aborden las canciones con el mismo estilo. Es una magia.

Pues el Buena Vista All Stars pretende traer un pedacito de Cuba al Auditorio, donde se apreciará un repertorio que incluye éxitos como Chan-Chan, Dos gardenias, El cuarto de Tula, Candela, entre otras canciones clásicas de la música tradicional cubana.

Es una responsabilidad que estriba ahí, en que vamos a traer la cultura común. Además, tenemos que defender ante un público culto algo que traemos, pero con la energía que tenemos y con la alegría con que estamos tocando, no hay barrera que se ponga por el medio. No es que seamos los mejores, pero sí somos los más alegres.

Buena Vista All Stars viene con sus propias versiones de piezas mexicanas y de otros países y que a pinceladas las vamos a ir poniendo para romper eso de que nada más toca el repertorio tradicional que interpretó ese extraordinario proyecto donde también estuve de director. Traemos parte de sus canciones emblemáticas, pero también nuestras propuestas de otros géneros y de otras canciones y que abordamos con alegría.

México es esencial para todo artista cubano porque es un lugar muy cercano donde la gente te trata con mucho cariño. Venimos con la música cubana y con la tradicional de México, con los boleros. Una de las grandes verdades que tenemos es que (Dámaso) Pérez Prado tuvo que salir de Matanzas corriendo a triunfar en México con su mambo. Donde pegó fue aquí. Que el primer bolero se hizo en Santiago de Cuba por Pepe Sánchez a principios del siglo XX pero que los mejores boleros, nadie puede decir si son cubanos o mexicanos, porque tienen sus propias características y todo, pero a veces uno cree que está cantando el bolero mexicano y es cubano y viceversa. El danzón, que es el baile nacional cubano, se baila más en México que en Cuba. Y todas esas cosas te dan la medida de que tenemos cosas en común.

Demetrio es todo alegría. Un tipo que siempre está sonriendo, característica de los niños.

–¿Platica con su niño interno?

–“No. El problema es que no hay niño interno: está fuera todo el tiempo (ríe). Es una forma de vivir, siempre tengo un sentido de humor extremo, veo la parte de las cosas más simpáticas y le pido a los músicos, después que nos pasamos largas horas de ensayo: ‘diviértanse’. Hay que, incluso, burlarnos de nuestros problemas, como hacemos los cubanos y mexicanos; ya somos expertos, porque siempre estamos en medio de todos los fuegos del mundo. Pero como siempre, pa’lante”.

Y en equilibrio, como ha hecho Demetrio durante 40 años o más, en los que puede trabajar con monstruos de talento como los mencionados previamente o con las nuevas generaciones.

Hay que estar abierto a lo que hay, porque existe gente haciendo cosas diferentes en todos los países, con todos los géneros y estilos, por lo que tienes que estar abierto a escuchar, ver, opinar y sacar toda una conclusión que puedas incluir en tu trabajo. Y he tenido la suerte de compartir el escenario con genios. Pero nunca me he sentido así. Ni siquiera un músico del nivel de esa gente que admiro y quiero tanto como Paquito, Chucho, Arturo, leyendas. Yo soy un tipo que todavía está ahí en la línea frontal, tirando balas musicales para cualquier lado porque todavía tengo la ilusión de que las cosas pueden ser mejores y alegres.

Buena Vista All Stars se presenta hoy en el Auditorio Nacional a las 20:30 horas.