Luanda. Al hablar del pecado original de nuestra nación, el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, visitó ayer un museo de la esclavitud en Angola y examinó unos grilletes y un látigo, pero también afirmó que en 2050 una de cada cuatro personas del mundo será africana y que el destino del mundo está en sus manos. La visita de Biden, la primera de un presidente estadounidense a Angola, tiene por finalidad promover inversiones por miles de millones de dólares en la nación subsahariana, en lo que definió como el mayor proyecto ferroviario de Estados Unidos en el extranjero. Washington apuesta por África, dijo Biden ayer al presidente angoleño, João Lourenço, quien calificó la visita de Biden de punto de inflexión en las relaciones entre Estados Unidos y Angola, que se remontan a la guerra fría. En respuesta a la influencia de China en el continente, Estados Unidos planea invertir 3 mil millones de dólares para la remodelación ferroviaria del Corredor de Lobito, que une Zambia, Congo y Angola. Lo que facilitaría la exportación de materias primas.