Domingo 1º de diciembre de 2024, p. 27
Seúl. Las negociaciones en Corea del Sur para acordar un novedoso tratado internacional sobre la contaminación por plásticos encaró ayer su recta final en situación de bloqueo, con la amenaza de numerosos países de retirarse por la falta de compromiso de otros.
Desde el lunes, cerca de 200 naciones están representadas en la ciudad sudcoreana de Busan trabajando en la creación de un acuerdo mundial destinado a combatir la omnipresencia contaminante de los plásticos en el agua, en alimentos, en océanos y en el cuerpo humano.
Los esfuerzos enfrentan varios puntos de discordia, en particular la idea de reducir la producción de nuevos objetos de éste material y la eliminación progresiva de los químicos que lo componen, de éstos hay sospechas que son perjudiciales para la salud.
Más de 100 estados apoyan estas medidas e insisten en que cualquier tratado exitoso debe incluirlas. Sin embargo, una decena de ellos, en su mayoría productores petroleros entre los que figuran Rusia y Arabia Saudita, se oponen.
El resultado es que a sólo un día de que la reunión concluya, según el calendario oficial, el proyecto de tratado se mantiene plagado de visiones contradictorias. Sumado a ello, la frustración entre las delegaciones no hace sino aumentar.
Integrantes de la organización ecologista internacional Greenpeace abordaron un buque petrolero de bandera panameña frente a la costa de Corea del Sur, con el objetivo de llamar la atención sobre las negociaciones que tienen lugar en este país.
Los ambientalistas denunciaron que la embarcación petrolera Buena Alba está anclado frente al complejo Hanwha Total Energies en la ciudad de Seosan para recoger propileno, un material usado para fabricar plástico.
“Los activistas embarcaron el petrolero pacíficamente y pintaron ‘El plástico mata’ en un lado del navío; además de instalar con éxito un campamento”, dio a conocer a la agencia Afp la portavoz de Greenpeace, Angélica Pago.
El uso de plásticos se ha cuadruplicado en los últimos 30 años. Cada día, el equivalente a 2 mil camiones de basura llenos del material se vierten en los océanos, ríos y lagos del mundo, indicó la ONU, mientras la Organización Intergubernamental para la Cooperación y el Desarrollo Económico reportó que la producción y el uso del polímero a nivel mundial está previsto alcanzar 736 millones de toneladas para 2040.