Las empresas agremiadas en la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado de Petróleo y Empresas Conexas (Amexgas) buscan que la nueva administración federal elimine el tope de los precios del energético, acción que no sólo permitiría aumentar la inversión en infraestructura de privados, sino sacar de la pobreza energética a cerca de 18 millones de mexicanos, dijo Rocío Robles, presidenta ejecutiva del organismo.

En conferencia para presentar el Congreso GLP 2024, que se realizará el 27 de noviembre próximo, la directiva expresó que desde que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) fijó los costos al público del energético en 2021, las firmas han perdido casi la mitad de margen comercial por la venta del combustible doméstico.

La Amexgas busca que de forma gradual se libere el costo del combustible utilizado por ocho de cada 10 hogares en el país. A raíz de este control de precios, el parque vehicular no ha podido ser renovado. Estamos hablando de que la mayor parte de la infraestructura ya está en periodo de obsolescencia, llámese válvulas, camiones, las plantas y no estamos hablando aún del universo de los que todavía están dentro de la irregularidad, dijo.

Con datos de la semana del 27 de octubre al 3 de noviembre, explicó que el margen comercial base fue de 3.97 pesos, por lo que aumentarlo de forma gradual hasta 7.50 pesos permitirá alcanzar la continuidad operativa y conseguir recursos para que los privados instrumenten la renovación de la infraestructura. No obstante, comentó que la seguridad no está comprometida.

Mencionó que actualmente casi la mitad del margen operativo, es decir, los ingresos, no está llegando a las firmas, problema que también se traslada a los comisionistas, figura no reconocida totalmente en la cadena, pero que se encarga de hacer llegar el gas a los hogares.

La directiva explicó que de lograr que se liberen nuevamente los precios, las empresas podrían invertir 175 millones de pesos en almacenamiento, transporte y reparación de cilindros, entre otros temas.

Apuntó que la Amexgas ya se ha reunido con Juan José Vidal Amaro, subsecretario de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía, para plantear la situación. Acotó que los primeros años en que se puso en práctica el control de precios hubo mucha pérdida de margen comercial.

Mencionó que a principios de octubre se registró un incremento natural del propano y la tasa cambiaria también disminuyó, lo cual afectó el margen comercial, por lo que han pedido que se revise el modelo para fijar los costos al público.

Parte de la situación radica en que 60 por ciento de las importaciones de gas LP están a cargo de Pemex, misma que tuvo problemas en el suministro sin que se conozcan las causas por las que la empresa estatal limitó el despacho del combustible en la Ciudad de México y el sureste del país.

No obstante, mencionó que se tiene conocimiento de que hay retrasos en los puertos de Estados Unidos, de donde parten hacia México los buques con el gas LP.

Asimismo, expuso que con la liberación del precio del combustible las empresas también pueden ayudar a disminuir la pobreza energética en el territorio nacional.

Se estima que alrededor de 18 millones de mexicanos siguen utilizando leña para cocinar y para calentar sus hogares, por lo que uno de los objetivos sociales de la Amexgas es sacar a esa población de dicha situación y llevarlos en esta etapa hacia la transición energética.