Martes 19 de noviembre de 2024, p. 25
Chilpancingo , Gro., Las comunidades afrodescendientes de la Costa Chica de Guerrero, ya se están insertando en el marco legal, el cual se les negó durante mucho tiempo; es decir, ahora ya tienen reconocimiento en diferentes espacios y escolaridades, pero todavía persisten muchas carencias”, aseguró el investigador Hamlet Antonio García Zúñiga, comisionado en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
El investigador inauguró la exposición fotográfica Huehuetán, miradas y ecos; actualidad de un pueblo afrodescendiente de la Costa Chica de Guerrero, que se presenta en el Museo Regional ubicado en Chilpancingo, acompañado por comisarios del poblado Huehuetán, municipio de Azoyú. En entrevista, consideró que el reconocimiento a los pueblos afrodescendientes de la Costa Chica guerrerense necesariamente modifica las actividades que puede haber dentro de una comunidad afrodescendiente; ya es el orgullo de pertenecer de manera reconocida a la nación mexicana, a la cual han colaborado muchísimo
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Todo esto se relaciona con cambios en su vida diaria: Aunque la migración está muy presente, viene siendo por diferentes cuestiones; los golpes de los fenómenos meteorológicos también recientes, que afectan a la vida de las personas. Son comunidades que han luchado por una vida con respeto, dignidad, y esto hace que las condiciones necesariamente se vean modificadas
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Acotó que el futuro de los pueblos afrodescendientes “puede ser halagüeño en el sentido del reconocimiento jurídico, pero también hay carencias que han persistido.
Persisten carencias
“En Huehuetán sigue sin haber una red de electricidad, la gente no tiene servicio de agua potable ni drenaje, y lo poco que hay solamente contempla la parte central de la población y no llega a otras partes, por ejemplo el servicio de limpia, de vigilancia. Este futuro necesariamente tiene que pasar por atender las cuestiones que durante mucho tiempo han quedado pendientes
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Acerca de su presencia en Huehuetán, recordó: “desde 2021 tengo un proyecto sobre memoria de diferentes tipos en dos comunidades guerrerenses, la primera en la me’phá de Malinaltepec, en la Montaña Alta, y la otra en Huehuetán; estamos trabajando en la colección de historias, el registro fotográfi-co de las comunidades, de los oficios, de las personas; siempre con cuidado, porque la parte ética es esencial en la investigación”.
Apuntó que en una charla con una persona encargada de conservar tradiciones, ésta “me preguntaba bastante extrañada la razón por la cual yo había ido a Huehuetán, cuando se sabe que por desgracia este poblado tiene fama (de violenta), digamos no tan favorable, la cual pudo haber sido cierta en el pasado, pero en la actualidad, no tiene nada que ver. “Esta persona me decía: ‘si nadie ha querido venir a Huehuetán, ¿tú por qué vienes?’ Y se me hizo muy natural contestarle: ‘pues, simplemente por eso; porque nadie viene a Huehuetán.
Eso abrió mucho las puertas de esta gente trabajadora, honesta, muy abierta, muy cálida y afectiva; hemos recorrido las comunidades Bajos del Ejido, Los Chegues, Los Quiterios, Los Metates, Las Trancas, Talapilla, San Juan de los Llanos, por citar algunas.”
Hamlet García reconoció que a la fecha prevalece un poco
de racismo. “Ahora lo que queremos es buena alimentación para nuestros hijos, cuando andas de racista tenemos mala alimentación para los hijos, y hasta uno sufre. Además el huracán John dejó muchos daños, cosechas de maíz, ajonjolí, y palmeras de coco.