Brunswick y la pasión por el cine
a ciudad de Braunschweig, conocida en el mundo anglosajón como Brunswick, se distingue de otras capitales del estado federado de Baja Sajonia por una especial pasión por el cine de todas las generaciones.
Con cerca de 250 mil habitantes, cuenta con una universidad, un bello centro histórico que posee edificios de la típica arquitectura alemana y una historia que documenta su fundación por el año 1300.
Es conocida como la ciudad de Heinrich der Löwe, Enrique el León, el duque que sería el personaje a quien se atribuye su fundación. Es una atractiva urbe que sin desbordar en cuanto a ofrecer grandes capitales tiene un carácter un tanto acogedor con una interesante oferta histórica, comercial y cultural.
En el ámbito cultural se distingue por ser sede del Festival Internacional de Cine de Braunschweig, el BIFF, que desde 1987 se realiza de tal manera que ofrece una atractiva oferta del séptimo arte en diferentes salas del centro de la ciudad.
Este año, en su edición 38, presentó una selección de más de 200 filmes de diferentes países europeos, estrenos mundiales, de cine alemán y diversos premios dotados por más de 70 mil euros que lo hacen tentador para jóvenes cineastas a quienes se ofrece un apoyo especial. El de contenido LGBT+ es también objeto de apoyo y difusión promoviendo el respeto y la tolerancia para este sector de la población.
Cuenta la historia que la iniciativa fue de un grupo de estudiantes de la carrera de cine inconformes con la oferta fílmica de la ciudad, que sólo tenía producciones que se alejaban del cine Arthaus, el término en alemán para el cine de autor.
Lo que se inició como un acto de descontento ha tenido un desarrollo admirable al lograr que no sólo empresas como Volkswagen lo patrocinen, sino también iniciativa de ciudadanos cinéfilos o grupos de mujeres para premiar el realizado por ellas, así como representantes de la economía local.
El legendario Cine Universum, que se encuentra en el centro de la ciudad, fue donde empezó el festival, que ha alcanzado tal prestigio que otras cadenas se han integrado como lugares de exhibición.
El Universum es ahora una de las salas de cine más prestigiadas de Alemania y ha sido acreedora a diversos premios. En octubre recibió dos por parte del Ministerio de Cultura, el primero por un programa sobresaliente durante 2003 y el segundo por la seleccionada difusión de cintas documentales.
Ha ideado una amable manera de hacerse de fondos y acercarse al público ofreciendo la personalización de un asiento en una de sus tres salas. Por una donación de 250 euros –alrededor de 5 mil pesos mexicanos– en la parte superior del respaldo de uno de los cómodos asientos es bordado el nombre del donante.
No significa un derecho de exclusividad, pues las entradas son generales, pero no deja de ser agradable para el cinéfilo ver su nombre impreso en una sala de cine.
Alia Lira Hartmann, corresponsal