La reforma constitucional en materia energética avanzó ayer en comisiones del Senado, donde Morena resaltó que así se da marcha atrás a las modificaciones aprobadas en 2013 durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.

El partido guinda y aliados impusieron su mayoría, de tal manera que el dictamen para cambiar los artículos 25, 27 y 28 de la Carta Magna se aprobó por 29 votos a favor y 10 en contra de PAN, PRI y Movimiento Ciudadano. El documento fue remitido a la mesa directiva del Senado para que lo turne al pleno. Se prevé que en la sesión de este martes se le dé primera lectura.

La reforma propone transformar el concepto de empresa productiva del Estado por el de empresa pública del Estado y establecer el carácter preponderante de la Comisión Federal de Electricidad respecto de las firmas particulares que participan en el mercado energético nacional.

Se plantea que no se considerará un monopolio el servicio de Internet que provea el Estado.

En el debate de las comisiones unidas de Puntos Constitucionales, Estudios Legislativos y Energía, Morena, sus partidos aliados y la oposición coincidieron en existen dos visiones sobre cómo debe actuar el Estado en áreas estratégicas.

Aquí se enfrentan dos paradigmas, el nuestro es el de la mano visible del Estado contra el del neoliberalismo que postula la mano invisible del Estado, señaló el senador petista Alejandro González Yáñez.

El panista Ricardo Anaya subrayó que esta iniciativa abre la puerta para que la participación de los particulares en el área eléctrica llegue hasta 46 por ciento y la del Estado sea de al menos 54 por ciento.

En el PAN dijo que no coinciden con establecer ese límite. Conforme al principio de subsidiaridad que postula el panismo, apuntó que debe haber tanta iniciativa privada y ciudadanía como sea posible y sólo tanto gobierno como sea necesario.

En el debate chocaron lamorenista Laura Itzel Castillo y la priísta Carolina Viggiano, por el tema de la deuda de Pemex y los recursos que se le inyectan a la paraestatal que calificó como un barril sin fondo.

Castillo señaló que Pemex da a la Federación cuatro pesos por cada uno que le entrega y que fue durante los gobiernos de Felipe Calderón y Peña Nieto cuando su deuda creció al doble. No tienen cara para decir que está quebrada, le señaló.

Viggiano contestó que si el padre de Itzel viviera –Heberto Castillo– se moriría de escuchar las mentiras que ella dijo, lo que generó rechazo de los morenistas y lanzaron la consigna: Si Heberto viviera, con nosotros estuviera.

La priísta terminó disculpándose y aceptando retirar sus palabras del acta de la sesión.