Sábado 30 de marzo de 2024, p. 3
Xalapa, Ver., Hace 15 años, Alejandro Hernández salió de Xalapa hacia Estados Unidos para reunirse con su madre, y juntos, como familia, tener una vida mejor. El mexicano vivió los últimos segundos de su vida en Baltimore, luego de que el 26 de marzo un barco impactó el puente donde trabajaba.
En Veracruz quedaron recuerdos, la escuela que lo vio convertirse de niño a joven y las calles donde jugaba futbol. También está una hermana, con quien a lo largo de estos años mantuvo contacto y ahora busca que se le otorgue una visa humanitaria para viajar al país vecino del norte y poder decirle unas últimas palabras a Alejandro.
Wenceslao Contreras Ortiz, tío de Alejandro, dijo que lo único que pide mi sobrina es que el presidente Andrés Manuel López Obrador y las autoridades mexicanas la apoyen para poder viajar a Estados Unidos a despedirse de su hermano
.
Su familia reza, buscan organizarse para hacer una misa, pero las celebraciones de Semana Santa dificultan el apoyo de alguna iglesia.
Mientras la tecnología ayuda: en un grupo familiar de WhatsApp todos se unen para rezar un rosario, los mensajes de texto con letanías se acumulan uno tras otro en la aplicación y ruegan por el descanso eterno de Alejandro.
Wenceslao fue quien propuso dicha dinámica, con la que busca aportar un granito de arena para el bienestar de sus seres queridos en Estados Unidos.
En los noticieros nocturnos de televisión vio la noticia del accidente en Baltimore, también escuchó los nombres de las personas fallecidas y supo del deceso de su sobrino.
En ese momento su cerebro se alertó, recordó que horas antes había visto en el perfil de Facebook de su hermana, madre de Alejandro, la imagen de un moño negro. Todo cobró sentido, no había dudas aun cuando toda la familia se negaba a creerlo, de inmediato trató de ponerse en contacto con los parientes, pero no hubo respuesta inmediata; horas después llegó la confirmación.
“Me enteré en un canal de noticias, había escuchado el nombre de mi sobrino, Alejandro Hernández; de momento relacioné el nombre y dije ‘no puede ser’”, relata con tristeza.
El tío contó cómo la misma tecnología que hoy sirve de plataforma de rezos y de notificados de la tragedia, les ha ayudado durante estos 15 años a mantener el contacto: en redes sociales veía las fotos de su sobrino junto a la familia que formó, también sabía de su hermana, madre de Alejandro y de su sobrina, a quienes no olvidaba felicitar en su cumpleaños.
Mi sobrino era una persona muy tranquila, no tenía ningún tipo de vicios, era muy trabajador, hombre de familia, un excelente hijo, siempre pensando en el bienestar de su mamá, desde que se fue para allá siempre la apoyó
, relató.