No hay Semana Santa posible para defensores
ustacio Alcalá Díaz, defensor nahua de Huitzontla, Michoacán, fue secuestrado por un grupo armado el pasado 1º de abril y su cuerpo fue hallado sin vida tres días después. A su muerte se suma la de Gustavo Robles Taboada, en Morelos, así como la desaparición de la defensora Esthela Guadalupe Estrada Ávila, en Jalisco.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México condenó los asesinatos y puso énfasis en que la comunidad de Huitzontla, de la que es originario Eustacio Alcalá, había logrado recientemente la suspensión de diversos títulos de concesiones mineras otorgados sin que se respetara el derecho de la comunidad a dar su consentimiento libre, previo e informado.
A Eustacio lo asesinaron a balazos cuando conducía una camioneta con unas monjas que llegaron a la región Sierra-Costa de Michoacán. No era su chofer, como quisieron presentarlo las autoridades luego de conocerse su acribillamiento. Alcalá era uno de los principales oponentes al proyecto minero en una comunidad en la que, como en muchas regiones del país, manda el crimen organizado... y las mineras.
El asesinato fue cometido en la misma zona donde el pasado 15 de enero desaparecieron el defensor de derechos humanos Ricardo Lagunes, abogado de la comunidad nahua de Aquila en su defensa legal contra la minera Ternium, y el líder comunitario de Aquila, Antonio Díaz, cuya camioneta fue encontrada balaceada y sin rastro de ellos. Dos botones más de la alta peligrosidad en la que sobrevive la población indígena de la Costa de Michoacán.
Marzo terminó también con otra desaparición: la de Esthela Guadalupe Estrada Ávila, de quien nada se sabe desde el 29 de marzo en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco. Esthela, junto con su madre, Azulema Yadira Estrada, forma parte del colectivo de familiares de desaparecidos Luz de Esperanza, desde que su hermano fue desaparecido en 2020. Aquí desaparecen o matan también a los buscadores.
Gustavo Robles Taboada, activista de los derechos de las parejas del mismo sexo, fue asesinado el pasado 28 de marzo en Cuautla, Morelos. En resumen, para los y las defensoras del territorio y los derechos humanos, no hay Semana Santa posible.