El canciller mexicano habría recriminado a William Barr que no se haya avisado a México del caso
Martes 10 de noviembre de 2020, p. 13
El fiscal general de Estados Unidos, William Barr, habló la semana pasada con el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, buscando bajar la tensión derivada del arresto en territorio estadunidense del general Salvador Cienfuegos Zepeda, ex titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
De acuerdo con fuentes diplomáticas mexicanas, en esa conversación, Ebrard habría recriminado al fiscal general estadunidense el que las autoridades de su país no hayan avisado al gobierno de México sobre la detención y proceso judicial contra el general por su presunta relación con el tráfico de drogas y blanqueo de recursos.
Funcionarios de la diplomacia mexicana informaron que en la comunicación telefónica, que se dio la semana pasada, el canciller Ebrard señaló a Barr que México debió ser informado sobre la intención de detener y someter a proceso al ex titular de la Sedena.
Sí existió una llamada
, señaló a Reuters una fuente de la cancillería mexicana, quien solicitó el anonimato por no estar autorizada a declarar, y agregó que se dio para calmar las aguas
entre ambas administraciones. Otra fuente gubernamental de alto rango confirmó esa conversación y aseveró que la detención de Cienfuegos no gustó
dentro del círculo más cercano del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador. No tuvimos conocimiento a tiempo
, lamentó.
Tensión diplomática
El secretario de la Defensa Nacional durante el gobierno de Enrique Peña Nieto fue detenido en el aeropuerto de Los Ángeles el 15 de octubre. Esa acción conmocionó al estamento militar mexicano y tensó los vínculos diplomáticos con Estados Unidos, especialmente la cooperación en seguridad, unos lazos que se han estrechado en los pasados 30 años.
El general, de 72 años de edad, fue trasladado la semana anterior a Nueva York, ciudad en la que se le sigue el proceso ante el tribunal federal del distrito del este en Nueva York, donde se le achacan cuatro cargos por presuntos vínculos con el narcotráfico, en especial con el cártel de El H-2 y lavado de dinero, que podrían implicar una condena de entre 30 años de cárcel y cadena perpetua.
El jueves pasado, Cienfuegos Zepeda, también señalado dentro del proceso en su contra como El Padrino, tuvo su primera audiencia ante el tribunal federal de Brooklyn para la lectura de los cargos que se le imputan, de los cuales se declaró no culpable
.
Tres de esas imputaciones son por conspiración de manufactura, distribución e importación a Estados Unidos de drogas ilícitas y una más por lavado de dinero, pues se le señala de haber abusado de su alto puesto para ayudar al cártel de El H-2 a traficar miles de kilogramos de diferentes narcóticos a territorio estadunidense y que, a cambio de sobornos, permitió que ese grupo delictivo actuara con impunidad en México
. El cuarto cargo es por conspiración para blanquear fondos procedentes del narcotráfico. Todo ello entre diciembre de 2015 y febrero de 2017.
Formalmente, el proceso en su contra iniciará el 18 de noviembre. Por lo pronto, Cienfuegos Zepeda está interno en un Centro de Detención de la ciudad de la costa este de Estados Unidos, pues se le negó la fianza para que siguiera el proceso en libertad.
El pasado 29 de octubre Ebrard Casaubón señaló que el gobierno de México expresó su descontento con Estados Unidos por mantener en reserva la investigación contra Cienfuegos Zepeda, al no avisar en tiempo sobre las intenciones de detenerlo.