Villazón. No dudaba que iba a volver, no sabía que iba a ser tan pronto, declaró Evo Morales Ayma desde La Quiaca, en la provincia argentina de Jujuy, minutos antes de cruzar a territorio boliviano acompañado por el presidente Alberto Fernández, con lo cual puso fin a casi un año de un exilio tras el golpe de Estado en su contra.

El líder indígena encabeza una caravana que recorrerá mil 100 kilómetros desde la ciudad de Villazón hasta la zona cocalera de Cochabamba, donde forjó su carrera política.

El viaje, que culmina mañana, está cargado de simbolismo: el ex mandatario de izquierda, de 61 años, regresa a su país un día después de la investidura de Luis Arce, quien fue su ministro de Economía, y horas antes de que se cumpla un año del día en que fue conminado por la cúpula militar a renunciar a la presidencia de Bolivia, tras una serie de protestas que dejaron 36 muertos alentadas por la ultraderecha, que sin pruebas alegó que hubo fraude en los comicios que daban el triunfo a Morales, acusaciones avaladas por la Organización de Estados Americanos.

Pese al viento helado en Villazón, cientos de personas, la mayoría indígenas, esperaban desde la madrugada al padre de Bolivia, con sus trajes coloridos, enarbolando carteles y wiphalas, enseña cuadrangular de siete colores considerada símbolo oficial de Bolivia durante el mandato de Morales.

Estamos felices. Él es como nuestro padre, el padre de toda esta gente humilde, comentó entusiasta Alejandra Choque, una ama de casa de 56 años.

La caravana pasó ayer por varios pueblos del departamento de Potosí. Hoy el recorrido atravesará Orinoca, departamento de Oruro, y culminará mañana en Chimoré, en el Trópico de Cochabamba.

El líder aymara pretende llegar a Chimoré el mismo día en que salió del país desde ese lugar hace un año.

En tanto, el presidente Luis Arce declaró que la situación del país es patética y añadió que la economía está seriamente herida, luego de la toma de protesta de su gabinete, a cuyos miembros llamó a trabajar con austeridad.

A cada hora que pasa nos informamos de la patética situación en la que vive nuestro Estado plurinacional, afirmó el mandatario y advirtió a sus colaboradores que les esperan largas jornadas de trabajo para poder retomar el ritmo del crecimiento del desarrollo.

Arce recordó que el PIB de Bolivia cayó 11.1 por ciento en el segundo trimestre de 2020 y que el déficit fiscal será de 12.1 por ciento, los peores datos en décadas.

En el nuevo equipo de 16 ministros de Arce no hay una presencia visible de políticos ligados a Morales, en una decisión que provocó molestia de las bases del Movimiento al Socialismo. El abogado Rogelio Mayta, defensor de víctimas de una matanza cometida en 2003, es el nuevo ministro de Relaciones Exteriores, y el ex presidente de la Cámara de Diputados Edmundo Novillo ocupa el Ministerio de Defensa.

En otro orden, el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, encabezó la recuperación de la embajada de su país en La Paz, que estaba en manos de un representante del líder opositor Juan Guaidó, quien fue reconocido por la ex presidenta golpista Jeanine Áñez. Los representantes de Guaidó robaron más de cien obras de arte que había en la legación, reportó Telesur.