Con la euforia fresca por el triunfo de los peloteros mexicanos Víctor González y Julio Urías con los Dodgers en la Serie Mundial, alrededor de un centenar de jóvenes se preparan para la Copa Juntos por México que se disputará a partir del 12 de noviembre y durará un mes en el estadio de Diablos Rojos en la Ciudad de México.

Los jugadores, cuya edad oscila entre los 15 y 22 años, tendrán la oportunidad de tener una competencia en este año de pandemia, gracias al proyecto de una burbuja para resguardarlos de riesgos de contagio. Desde el fin de semana pasado y hasta el lunes fueron sometidos a estudios de detección de coronavirus todos los involucrados. Pero desde un mes antes recibieron capacitación sobre seguridad sanitaria.

Sin esta burbuja para hacer este torneo, los jóvenes habrían perdido todo un año de su proceso de formación, explica Jorge del Valle, director de la Academia de Beisbol Alfredo Harp Helú, en Oaxaca.

Era una pena, porque su proceso de desarrollo en la academia fue interrumpido por la pandemia. Este año sólo tuvieron actividad un mes, porque después se paralizó todo en el mundo.

La Copa además servirá para acercar a los jóvenes peloteros a los visores de Grandes Ligas, quienes no han podido trabajar en México debido a la crisis sanitaria. Los representantes de las novenas estadunidenses estarán aislados en una zona reservada para observar a las promesas deportivas.

“Representantes de varios equipos de Grandes Ligas confirmaron que estarán en la Copa observando a los jóvenes talentos, que de otra forma no habría ocurrido, pues no hubo más actividad competitiva. Es muy posible que al final del torneo algunos muchachos firmen con instituciones ligamayoristas”, señala Del Valle.

El nivel del torneo será de alto perfil. Los jóvenes serán distribuidos en cuatro equipos, dos en representación de Diablos Rojos y dos de Guerreros de Oaxaca, pero varios de ellos ya forman parte de novenas de Grandes Ligas y otros están en procesos muy avanzados de llegar allá. Los demás integran los cuadros menores del beisbol nacional.

Hace años, Julio Urías y Víctor González vivieron parte de su formación en la academia Harp Helú. El lanzador sinaloense regresó en 2019 a impartir una conferencia a los jóvenes jugadores. Esa conversación, cuenta el director de la institución, tuvo un efecto muy poderoso en aquellas promesas del diamante.