La nadadora busca sus terceros Juegos olímpicos
Jueves 5 de noviembre de 2020, p. a12
Es muy difícil que yo me rinda
, dijo convencida la nadadora Liliana Ibáñez, quien asegura que ni la falta de competencia ni el haberse sometido recientemente a una nueva cirugía, esta vez de rodilla, la frenará en el intento de lograr la marca de participación olímpica en los 50 y 100 metros libres para asistir a sus terceros Juegos, en Tokio el año próximo.
La ondina destacó que cuenta con todas las armas y el equipo idóneo de preparación. Ofreció una videoconferencia acompañada de su entrenador, el australiano Brett Hawke, considerado el mejor del mundo en pruebas de velocidad en la actualidad, y cuyas instrucciones son aplicadas a distancia en tiempo real, desde Alabama a las instalaciones del Colegio Militar por Arturo Tapia, técnico con grado de sargento en la Secretaría de la Defensa Nacional.
A diferencia de muchos nadadores, Ibáñez no interrumpió la preparación durante los primeros meses de confinamiento. Se recluyó en la instalación militar, donde con asesoría de la empresa Arte Estructural, tuvo acceso a un aparato en el que puede ejercitar brazadas y patadas en seco.
El trabajo, sin embargo, tuvo que interrumpirse cuando los médicos que han dado seguimiento a la salud de Liliana desde la operación de hombro que tuvo que realizarse en agosto de 2019, valoraron necesaria una intervención en la rodilla, debido a que se había acumulado líquido sinobial.
La atleta de 29 años consultó tanto con Hawke como con su preparador físico Paul Seally, quienes le recomendaron atender el problema, y sobre todo, le transmitieron confianza en que podrá recuperarse para cuando se llegue el momento de buscar las marcas olímpicas, principalmente la de los 50 metros, con una mínima de 24.69 segundos.
Eso podría intentarlo en abril o mayo, si efectivamente se reanudan las competencias de calificación rumbo a Tokio. Por lo pronto, lo único tangible en el proyecto de Liliana, denominado Team 24 segundos, es el aquí y ahora
, subrayó el entrenador australiano, quien si bien como todos desconoce si habrá o no justa veraniega, confió en la capacidad de la mexicana desde que la vio competir en los Juegos Olímpicos de Río 2016, al considerar que tiene aptitudes para ser una buena velocista, después de su etapa como competidora de medio fondo.
Hawke, con experiencia en tres citas olímpicas, en las que sus nadadores han llegado a 14 finales y cosechado siete preseas –una de ellas el oro del brasileño César Cielo en 50 libre en Pekín 2008– subrayó que si Liliana logra el objetivo de calificar a Tokio y llega a la final, será un referente para demostrar que en la natación mexicana cualquier cosa puede pasar
.